Advertencia

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Espero que les guste~

Nota:  Aquí, MK aun no conoce al Mayor ni a Lady Bone Demon

Idea de: LaSpiderPoetta

MK estaba cargando su carrito con pedidos a entregar cuando sintió un escalofrió recorriendo su columna de repente, una mirada penetrante directamente en su nuca. Se volteo con algo de miedo, tenso al notar al hombre parado a unos metros de él, con sus ojos dando una sensación fría y con sus sonrisa que parecía dibujada en su rostro, con su cabello gris y una zona canosa. Vestía de traje, como si fuera alguien importante o de negocios, aunque se le hacia muy familiar por alguna razón.

-¡MK!- se sobresalto, apenas apartando la vista del extraño para ver a su jefe, el cual lucia furioso. -¡¿Qué rayos estas haciendo aquí parado?! ¡Hay pedidos para entregar!- gruño Pigsy, cruzándose de brazos. -¡Más te vale que te apures o sino...!- sus palabras murieron, mirando de manera inconsciente hacia donde el menor había estado mirando, su ceño frunciéndose ante el extraño. Tenía un mal presentimiento. -¡¿Tienes algún problema, rarito?!- lo fulmino con la mirada, sin gustar la sonrisa en el rostro ajeno.

-Nada que tenga que ver contigo, demonio...- hablo, su tono tan tranquilo mientras se les acercaba lentamente, ambos tensándose. -...pero si quieres saberlo, te diré que vine por el sucesor- continuo, deteniéndose frente a ambos, llevando sus manos tras la espalda en una pose profesional, como si estuvieran por hablar de negocios. MK se tenso, tenía la sensación de que esa era su intensión pero negocios de Monkey King para ser más exactos y esos no solían ser buenos.

-Escúchame, maldito...- el chef hizo el amague de avanzar, dispuesto a echar a patadas al raro y no permitir que se acercara al chico. Los demonios al azar que atacaban ya eran suficiente dolor de cabeza y no iba a permitir que alguien intentara lastimarlo si él estaba allí presente.

-Pigsy...- llamo, mostrando una suave sonrisa cuando el mencionado se giro a mirarlo. No quería que su amigo se metiera, no si eso significaba que podía salir herido o algo peor. Este era su problema, él era el sucesor. -...estaré bien- puso toda la confianza que pudo, suplicando en su mente que su jefe retrocediera sin dar más pelea porque no quería saber como podía reaccionar el hombre ante eso.

-Más te vale- no estaba para nada convencido pero si este era enemigo de Wukong y era tan poderoso como alguno de los tantos a los que el menor había enfrentado hasta el momento, sabía que él mismo no tenía ninguna posibilidad. No tenía poderes y tampoco sabía pelear. Miro de reojo al hombre y gruño entre dientes, entrando de mala gana y dejando al menor solo con el extraño. Solo podía confiar en el que el chico tenía razón e iba a estar bien.

-¿Quien eres?- tener un nombre era el primer paso. Además, quería romper el silencio incomodo.

-Puedes llamarme Mayor, sucesor- contesto sin dudar, demasiado tranquilo para su gusto. -¿Nos vamos?- pregunto el hombre, en todo momento, su sonrisa se mantuvo.

-¿Tengo opción?- enarco una ceja y como respuesta, el hombre empezó a caminar, sus pasos más rápidos de lo esperado. -Supongo que no- troto para alcanzarlo, caminando a paso rápido tras él y mirando a su alrededor de reojo, calculando vías de escape por si era necesario. Caminaron por unas cuadras en total silencio, la confusión y la curiosidad de MK en crecimiento con cada minuto que pasaba. -Entonces...- aun estaban en el centro, a plena vista de la gente y eso era raro. -...¿A donde...?- giro ligeramente la cabeza para mirar al hombre, retrocediendo un paso de la sorpresa cuando el rostro de este de repente estuvo muy cerca del suyo. Se dispuso a golpearlo de manera instintiva, una ola de miedo inundándolo cuando la mano ajena rodeo su puño y lo detuvo con facilidad, su corazón acelerado al sentir un brazo rodeando su cintura y acercándolo al cuerpo ajeno. El toque del hombre era frio, como si estuvieran en pleno invierno y hubiera estado mucho tiempo afuera. -¿Qué estas...?- en esa posición no podía sacar su bastón y lo hacia sentir tan indefenso que era desesperante.

-No, no- su sonrisa se volvió macabra. -Nada de eso, sucesor- la respiración del menor se acelero, sintiendo como la temperatura a su alrededor empezaba a disminuir hasta volverse incomodo pero no doloroso aun para su suerte. -Mi reina esta muy emocionada de verte, así que no puedo permitir que me golpees y te vayas-

-¿Tu reina...?- es lo único que pudo salir de su boca antes de que su rostro fuera empujado bruscamente al hombro del hombre, sintiendo sus brazos rodeándolo en un extraño y firme abrazo para inmovilizarlo, solo pudieron cerrar los ojos con fuerza cuando una corriente helada lo envolvió por completo y muy pronto, su mundo completo se volvió negro, cayendo inconsciente.

~Monkie Kid~ 3️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora