Reporteros

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Espero que les guste~

Petición de: ElizabethEscobar300

Los reporteros eran algo nuevo con lo que MK tenía que lidiar y no tenía ni idea de cómo hacerlo. Eran invasivos e insistentes, parados frente a la tienda o interrumpiendo sus entregas, haciendo que llegara tarde muchas veces y ganándose reclamos de parte de los clientes. Siempre estaban llenos de preguntas que tenía oportunidad de siquiera intentar responder, todos hablando al unísono y casi a gritos, empujando sus micrófonos y grabadoras a su rostro, haciéndolo sentir incómodo ante las cámaras que no dejaban de enfocarlo.

En pocas palabras, los reporteros no le gustaban si tenía que ser sincero pero podía ser grosero, sabiendo que solo era gente que estaba haciendo su trabajo, aunque eso no quitaba que sus preguntas fueran horribles e incómodas.

-¿D-Disculpa?- trago en seco, esforzándose por no hacer una mueca obvia.

-¿Cómo te sientes respecto al abandono de tu padre?- volvió a preguntar uno de los reporteros que tenía enfrente.

-No tengo que responderte eso- frunció el ceño, molesto por aquello. -Además, eso es privado, no es de tu incumbencia o la de ninguno de ustedes- miro a los demás reporteros sin gustarle la forma en la que estaban tomando notas de manera apresurada.

-La gente merece saber la historia de quien se hace llamar su salvador- contestó, mostrando una sonrisa casi depredadora y que no se veía para nada amable.

-No, no lo necesitan- retrocedió un paso, sintiendo la mirada fija de sus amigos en su nuca. Nunca les había hablado de su historia, ni siquiera había mencionado a ninguno de sus padres y para su total alivio, ninguno de ellos había preguntado pero está gente, estos desconocidos, había decidido invadir su privacidad. El único allí que sabía toda su historia era Pigsy, quien mantuvo la boca cerras y nunca dijo nada, algo por lo que estaba muy agradecido. -No me hago llamar el salvador, hago lo que creo que es correcto y me esfuerzo por protegerlos a todos aquí, eso es todo lo que necesitan saber- estaba harto de esas personas que creían que tenían el derecho de investigar su historia sin permiso, harto de aquellos que no le dejaban vivir su vida tranquila y lo más normal posible con todo lo que sucedía a su alrededor. -Ahora, fuera de aquí, espantan a los clientes- salió más brusco de lo que pretendía pero están molesto y ansioso, solo quería que se fueran. Ninguno de ellos hizo amague de obedecer y justo cuando él mismo sujeto que hizo aquella pregunta incomoda abril la boca, una sombra se formó bajo sus pies, extendiéndose para quedar bajo todos ellos y antes de que pudieran reaccionar, se hundieron en la oscuridad. Dejó escapar un suspiro tembloroso y lleno de alivio, volteándose para entrar nuevamente a la tienda y mirando al mono de pelaje oscuro sentado en una de las tantas sillas allí, luciendo contento, aunque la punta de su cola se movía con obvia molestia. -Gracias, Macaque- le mostró una pequeña sonrisa, agradecido.

-De nada, chico- asintió el mayor.

-¿Estás bien?- Wukong se acercó al menor, mostrando una pequeña sonrisa, aunque la preocupación brillaba en sus ojos dorados.

-Estoy bien...solo...me incomodaron sus preguntas- se rasco el brazo ligeramente. -¿Puedo tener un abrazo, por favor?- lo necesitaba, en serio que lo necesitaba.

-Los que necesites- el dios no dudo en abrir los brazos, atrayendo al menor hacia él y dejándolo enterrar su rostro en su hombro, sintiendo sus manos aferrarse a su ropa. Todos los demás los miraron, preocupados, y aunque tenían curiosidad por lo que habían escuchado, se decidieron a no preguntar, en especial después de ver la incomodidad obvia de su amigo.

MK se permitió juntar fuerzas en ese simple gesto de cariño, aliviado, aunque sabía que ya no podía ocultar su historia por mucho tiempo y aunque no iba a decirles todo, supuso que algo de verdad se merecían sus amigos.

-Ustedes...escucharon lo que dijo, ¿no?- se sentó en una de las tantas sillas, tocando la mesa con su dedo índice, sin mirar realmente a ninguno.

-¿Qué tu padre te abandono?- Mei, siempre directa, fue la que decidió hablar. -Si pero realmente no necesitas hablar de ellos si no quieres- se apresuró a asegurar. -Aunque puedo golpear a ese estúpido reportero si me das la oportunidad- gruñó, dispuesta.

-No, esta bien...yo...- dudo. -Me realidad, tiene razón- bufo ligeramente, pensando en su palabras. -Me abandono cuando era un niño, se fue poco después de que mi mamá enfermara y...nunca volvió-  sonrió cuando la mano de su maestro se acercó para agarrar la suya, dándole un alentador y suave apretón. -No lo extraño, él realmente no era muy bueno, supongo que esa es la principal razón por la que realmente no lo menciono nunca. No me gusta recordarlo, así que...- se encogió de hombros, jugando de manera distraída con los dedos ajenos. Se sobresalto apenas cuando Mei de repente se lanzó a abrazarlo, sonriendo ligeramente mientas se relajaba entre sus brazos y el correspondía el gesto. Pigsy simplemente suspiro, dándole ligeras palmadas a Tang, quien aprecia murmurar amenazas de todo tipo contra un hombre que no conocía. Mientras tanto, Macaque, Wukong y Nezha compartieron una mirada silenciosa, casi como si estuvieran planeando algo en silencio.

~Monkie Kid~ 3️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora