Ansiedad

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Alguien comentó sobre ansiedad y MK, así que hice lo mejor que pude

Espero que les guste~

Nota: Sé que tuve algún ataque de ansiedad alguna vez pero se convirtió rápidamente en un ataque de pánico. No fue el mejor momento del mundo xD

Nota-2: Si alguno de ustedes sufre ansiedad, lo siento si la descripción no es exacta pero creo que para cada quien, la sensación es diferente o por lo menos, eso fue lo que entendí ^_^

MK no es ajeno a la ansiedad y puede recordar cada ataque que ha tenía hasta el momento para su desgracia.

Tuvo un ataque de ansiedad cuando era niño, justo después cuando su mamá murió y la señora que se hizo llamar su "asistente social" apareció para arrastrarlo. Grito y lloro, temblando, con el miedo inundando su pequeño cuerpo por completo y nublado su mente en su mayor parte, todo lo demás siendo un borrón.

Tuvo unos cuantos ataques de ansiedad en el orfanato, cada vez que se sentía intimidad por los rostros poco amables de las personas a su alrededor, encogiéndose en su lugar con temor antes sus tonos bruscos y fríos. Se escondió bajo la cama, ignorando todo a su alrededor, incluyendo a los desafortunados niños que estaba en su misma situación.

Tuvo más con cada entrevista a posibles padres a los que fue obligado a ir, ninguno de los adultos haciéndolo sentir nada más que incomodidad y miedo. Sollozo en silencio y para muchos, eso fue suficiente como para no quererlo, algo que no sabía si era un alivio o no.

Su siguiente ataque fue unas semanas después de ser adoptado por Pigsy, cuando un vaso de vidrio cayó de sus mayos y se rompió contra el suelo con un fuerte golpe que pareció resonar en su oídos. Lloro, ansioso y lleno de miedo, sus sollozos volviéndose desesperados mientras escuchaba a su tutor acercarse. Fue abrazado para su sorpresa y aunque aún temblaba no dudo en aferrarse a él, aliviado por la falta de enojo.

Así que si, sabía lo que era  la ansiedad y había sufrido unos cuantos ataques en su peor momento pero no había tenido uno en años...hasta el momento.

Sabe, incluso si no va a admitirlo en voz alta, que el enfrentamiento dejó un marca en todos y cada uno de ellos, incluyéndolo pero sólo de da cuenta del alcance del daño gracias hasta después.

Uno de sus ataques sucedió por culpa de Mei, aunque sabía que no tenía malas intenciones. Fue una broma inofensiva que sólo consistía en deslizar un trozo de hielo por dentro de su remera mientras estaba distraído pero apenas sintió aquella frialdad en su piel, su ataque fue peor que los anteriores. Todo su cuerpo temblaba mientras se acurrucaba en el suelo, tapándose los oídos para no escuchar las voces de los demás y sollozo, su mente inundada por los recuerdos fríos, la voz de ella solo haciendo que su miedo aumente y esforzándose en respirar con normalidad, tardando mucho en poder relajarse.

El siguiente fue un día tranquilo, caminando por la vereda y mirando vidrieras con expresión tranquila manteniendo sus manos en los bolsillo de su campera. Es un lindo día, soleado y fresco, perfecto para su día libre. Estaba distraído y decidió mirar hacia enfrente, solo queriendo cerciorarse de no chocar con nadie, solo para detenerse en seco. Había un niño parado a unos metros frente a él, mirándolo fijamente y con los ojos bien abiertos, una lenta sonrisa dibujándose en su rostro. Sudo, sintiendo un nudo doloroso formándose en su garganta, dándose media vuelta y alejándose a paso rápido, jadeando en un intento de relajarse. Se sentía patético pero no pudo hacer nada más que acurrucarse en el lugar más lejano, sin niños a la vista, para dejar que su ataque pasará pro sí mismo.

Esperaba poder controlar sus ataque de ansiedad futuros porque tenía la sensación de que está vez, tendría más ataques en el futuro cercano.

~Monkie Kid~ 3️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora