~Monkie Kid~ 3️⃣

¡Pagaras!

Espero que les guste~

Nota: Estoy pensando en hacer un libro aparte de "Advertencia", más que nada para no ocupar los capítulos que me quedan de este libro para eso porque estoy muy cerca de llegar a los 100 ¿Qué me dicen?

Nota-2: Peticiones finales aquí, por favor :3

Erlang Shen solo había aparecido de la nada, queriendo pelear solo por el gusto de humillarlos, con perros enormes y poco amigables que tenían ordenes de atacar a matar si tenían la oportunidad, luciendo una sonrisa socarrona y creída.

Huyeron, porque pelear con alguien que no le importaba matar a inocentes no era bueno en medio de una ciudad habitada era solo algo que podía llevar a una masacre. Y aunque habían evitado que se lastimara gente que no tenía nada que ver, de igual manera fue un desastre.

Así que ahí estaban, en el pobre desierto de aspecto maltratado, con grandes agujeros en medio de la arena por culpa de la pelea y con el sol bajando, signo de que se quedarían a oscuras en algún momento y eso solo iba a empeorar una situación que de por si ya era mala. Él siente que su cuerpo esta tembloroso y al borde de rendirse, Pigsy esta inconsciente después de un golpe particularmente certero, Sandy colapso y no puede moverse por estar adolorido luego de usar toda su fuerza, Tang esta sudando mientras lucha y se esfuerza para mantenerlos protegidos con su poder, el poder de Mei esta flaqueando por la presión y desesperación. Incluso Wukong y Macaque, este último siendo arrastrado por uno de los tantos perros que los habían atacado, parecían desesperados, su atención variando desde Erlang Shen a los perros y a asegurarse de que ninguno este en peligro de muerte.

-¡Ah!- grito al sentir unos largos dedos rodear su garganta desde atrás, luchando débilmente mientras el lentamente alzado y pateando como reflejo cuando ya no puede sentir los pies en el suelo, respirar empezando a ser difícil por la presión en su garganta.

-Triste y patético humano...- hablo, sonando asqueado y decepcionado al mismo tiempo. MK se siente pequeño ante la mirada ajena, él lo esta mirando como si fuera un bicho molesto. -...esperaba más del sucesor de alguien como Wukong pero...supongo que estas decepciones se dan cuando le das tu poder a un sucio mortal-

-¡Kid!- puede escuchar la voz de su maestro pero puede ver de reojo que él tiene problemas, siendo atacado por múltiples perros, luchando para acercarse pero sin lograrlo.

-Monkey...King...- jadeo, quejándose apenas cuando el agarre en su garganta se hace más fuerte. La vista se le esta empezando a nublar, el aire le falta, es desesperante.

-No te preocupes, mortal...- Erlang Shen levanta su lanza, luciendo como si la estuviera revisando desinteresadamente. -...me hare cargo de los demás...- una sonrisa extraña y macabra se dibuja en su rostro, dándole escalofríos al menor. -...pero te daré el beneficio de ser el primero...- MK grita, sin tener que bajar la vista para saber que la lanza ajena ahora esta atravesando su estomago. Lo había apuñalado, sin siquiera dudar. Puede escuchar los gritos de pánico, los insultos llenos de ira que vienen de Mei y las promesas de morir de parte de ambos mono pero los ruidos empiezan a sonar amortiguados, como si estuviera bajo el agua o tuviera los oídos tapados. Debe ser el shock. -...en morir- saco bruscamente la lanza, sacudiéndola para quitar algo de la sangre que ahora la mancha e ignorando el grito ahogado que el menor suelta. El mayor solo hace una mueca, dejando caer al mortal al suelo sin cuidado y sin mirarlo mientras avanza, divertido ante los múltiples grados de ira que muestran los rostro de los que aun están de pie.

Mientras él se aleja para terminar con lo que empezó, MK jadea. Esta recostado, un charco de su sangre formándose bajo suyo, luchando por respirar y por no perder la conciencia, aunque sabe que esta perdiendo una cantidad alarmante de sangre y a un ritmo muy rápido. Esta agonizando y no cree que pueda sobrevivir pero todo eso no importa cuando lo ve acercarse a sus amigos, lo ve golpear brutalmente a Mei, lo ve apuñalando con su lanza sin ningún cuidado a Macaque, lo ve sujetar a Wukong en el suelo. Y cuando levanta su lanza, dispuesto a apuñar al dios, algo cambia.

No lo sabe pero el sello en su pecho se estremece violetamente, una pequeña parte rompiéndose y dejando que algo del poder bloqueado se filtrara, corriendo rápidamente por el cuerpo de su portador. Se queja, porque la sensación que recorre su cuerpo es ardiente y empeora el dolor en el que estaba pero ignora todo aquello cuando siente la fuerza suficiente para moverse, gruñendo por el esfuerzo mientras se levanta lentamente.

-¡La pagaras!- es lo único que puede decir de manera consiente antes de que el oro ocupe por completo su visión y su mente se nuble, sin saber que el poder emana de su pequeño cuerpo a grandes cantidades y lo rodea por completo, creando a algo mucho más grande y fuerte, algo que hace que sus amigos jadeen por la sorpresa y que provoca que Erlang Shen lo mire con sorpresa por primera vez desde que lo conoció.

-Esto se pudo más interesante- alcanza a decir antes de que un puño dorado lo golpeé de lleno, un rugido lleno de ira y furia saliendo del gran mono brillante y dorado que ahora se eleva por encima de ellos por su tamaño.

Ahí es cuando la verdadera lucha empieza.