Estación 117 (1- En llamas)

Capítulo 47

Se acercaron al animal, que intentó retrocedió lentamente, llevando al hombre a su paso.

-¿No dijo que estaba sedado?

-Dije que tardaría veinte minutos en hacer efecto. Han pasado quince.-Matt miró a la mujer y luego al equipo.-Necesito que tengáis las cizallas listas para cuando el animal caiga, los demás intentad mantener el animal lo más quieto posible.

-¿Se refiere a que le sujetemos con arneses?

Él ladeó la cabeza.

-Intentad sujetarlo con vuestro cuerpo haciendo la mayor fuerza posible, está sedado, por lo que sus reflejos estarán atrofiados durante un periodo de tiempo. Taylor coloca el inflable en su boca, necesito que permanezca con ella abierta, si ves que no es suficiente, coloca también el gato.

-Vale.

-Alex necesito que ayudes a los paramédicos moviendo la cabeza del hombre. Y por favor que alguien lo tape con una manta o algo. Bastante gente lo ha visto desnudo, querrá un poco de privacidad.

-¡Gracias!-Gritó el hombre desde el interior de la bestia.

-¡No te lo mereces!-Le reprendió Susan enfurecida.

Los bomberos colocaron la cizalla, mientras los restantes, Alex, Felix y Oliver mantenían sujeto al animal con cinchas y con su propio peso corporal. Oliver estaba concentrado en su labor, a pesar de que su compañero no le quitaba los ojos de encima. Sujetó con fuerza el animal junto a los demás, este se quedó quieto la mayor parte del tiempo, pero cuando el gato hidráulico comenzó a abrirle las fauces y tiraron del hombre, apartándolo. El animal da un coletazo, Alex y Felix lo sueltan, pero la mano de Oliver queda aferrada unos instantes más de la cuenta, lo suelta después del primer latigazo, se sujeta el brazo con fuerza mientras se pone en pie. El bombero moreno corre a su encuentro mientras el rubio el observa.

-¿Estás bien? ¿Te has hecho daño en el brazo?

-No tiene nada, es solo Oliver siendo Oliver.-Puntualiza Alex mientras recoge todo, el animal se ha quedado quieto y permanece en un largo sopor.

Alice y Abi atienden al hombre, que tiene algunos cortes a la altura del cuello y el pecho, pero nada grave.

-Lo llevamos al hospital.

Lo cargaron en la ambulancia y arrancaron. Felix se puso al lado del bombero de largos cabellos rubios y le miró fijamente.

-¿Seguro que estás bien?

-Sí, estoy bien, Félix.-Le contestó cortante mientras se subía de nuevo al camión.

Felix se quedó observándolo en silencio.