Aquel lugar era inmenso, me senté en unos pequeños sofás perfectamente colocados en el pequeño salón, estaba tan absorta en mis pensamientos que apenas escuché el ruido de las pisadas. Me giré al borde del pánico.
-Lo siento, no pretendía asustarte, Alice me dijo que te habías quedado aquí sola.
-Ben... gracias a Dios, pensé que me iba a dar un infarto.-Me estrechó entre sus brazos y sentí que esa presión en mi pecho cedía suavemente.
-Lo siento, ¿los demás están en un aviso?
-Sí, se fueron hace un rato, me quedé sola aquí.-Puso mala cara.-No, no pienses mal, pensaron en dejar a Taylor, pero no quise, prefiero no interferir en su trabajo más de lo que ya hice.
-No debes sentirte mal por esto, nuestros trabajos se basan en proteger y defender a todo aquel que lo necesite, ayudarlo ante cualquier peligro, no temas en pedir ayuda y mucho menos a nosotros.-Se sentó a mi lado.-En realidad no vine solo para ver cómo estabas, quería hablar también contigo.
-¿Sucede algo?
Él asintió en silencio.
-Estuve investigando por mi cuenta, encontré las denuncias no procesadas que había en la lista de récords...
-No las procesaron...
-No...-Respiró hondo.-Tampoco procesaron los informes médicos. ¿Por qué no me comentaste que habías tenido múltiples ingresos en urgencias? ¿fue por él?
-Yo... no... No quería comentárselo a nadie, me daba vergüenza en cierto modo.
-¿Sabes? Algo que me dio mucha curiosidad es que dices que no tienes familia, pero sin embargo hay abierto un caso de desaparición a tu nombre.
-¿Desaparecida? ¿Yo? ¿Quién puso esa denuncia?
-Un tal Gregory Maxwell.
La sangre se me fue de la cara, sentí que el suelo de mis pies desaparecía, como si cayera por un vacío abismal.
-¿Qué ocurre Eve?
-Gregory Maxwell es Arthur...-Él me miró desconcertado.
-En su expediente pone Arthur Doyle.
-Doyle es el apellido de la madre, su nombre completo es Arthur Gregory Maxwell.
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Estación 117 (1- En llamas)
RomanceHuyendo de su pasado, termina mudándose a un pequeño pueblo de Texas, pero lejos de lograr pasar página, el pasado vuelve para terminar con ella. Solo un milagro podría sacarla de las llamas del infierno en el que se ha metido.