Alice pliega la ropa con cuidado, su hija la ayuda, ambas están en el salón. Ben saldrá en un rato, normalmente es él quien se encarga de esas cosas, pero hoy tenía el día libre y le apetecía adelantar un poco de trabajo. Su hija mayor parece absorta en sus pensamientos a tal punto que ni la escucha.
-Eli, cariño ¿pasa algo?
La chica niega y suspira.
-Me preocupa el año que viene.
-¿El año que viene?
-Sí, pasaré al superior, María y Eleonnor quedarán en el colegio
La madre asintió.
-¿Tienes miedo de que les pase algo?
-Sí y no, sé que se sabrán defender y que en realidad vosotros sois los padres y tenéis que mirar por nosotras. Pero en cierta parte siento que las dejo allí solas y no me gusta.
La mujer dejó de plegar la ropa y cogió las manos de su hija.
-Sé que las quieres mucho y ellas a ti, son tus hermanas. Irás al instituto, pero eso no significa que vayas a desaparecer. Estarás ahí para escucharlas, para apoyarlas, eso es lo que importa, saben que tiene una hermana y que esa hermana estará ahí siempre para ellas.
La chica abrazó a su madre con fuerza.
-A veces se me olvida que os hicimos crecer muy rápido.
-No es cierto mamá, simplemente nos criasteis para ser independientes y fuertes.
A la mujer se le inundaron los ojos de lágrimas, se las limpió con el dorso de la mano.
-No me digas esas cosas, que luego creo que soy buena madre y todo.
-Porque lo eres, mamá.
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Estación 117 (1- En llamas)
Любовные романыHuyendo de su pasado, termina mudándose a un pequeño pueblo de Texas, pero lejos de lograr pasar página, el pasado vuelve para terminar con ella. Solo un milagro podría sacarla de las llamas del infierno en el que se ha metido.