Capítulo 124

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Está nervioso mientras se viste, ha decidido ir elegante pero informal. Félix se está calzando y sus miradas se encuentran en el espejo de la habitación.

-¿Nervioso?

-Como un flan.

Se rió y se puso en pie. Le quitó la corbata y la dejó sobre la cama.

-Las corbatas no son muy tu estilo.

-Lo siento, es que no suelo conocer a los padres de nadie, nunca.

El chico de cabellos castaños posó las manos sobre sus hombros.

-Tranquilo, mis padres son gente agradable, son personas tranquilas y de buen corazón, te aceptarán al momento.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?

-Porque los conozco.

El timbre sonó y Oliver se puso tieso.

-Voy a abrir.

-Vale.

Respiró hondo y caminó detrás de Félix por el pasillo hasta el salón, quedándose allí de pie sin saber bien qué hacer. La puerta se abrió y un hombre más menos de la misma altura que Felix junto a una mujer de uno cincuenta y pocos aparecieron al otro lado.

-¡Hijo!-La mujer le abrazó con fuerza mientras le comía la cara a besos.-Madre mía pero que guapo estás.

-Mamá, que alegría veros.

El hombre le entregó una botella de vino.

-Supuse que vendría bien para mojar la garganta mientras comemos.

-Gracias papá.-Se juntaron en fuerte abrazo.-Pasad.

Oliver inspiró aire muy fuerte y se quedó mirándolos, con una angustia extraña en el pecho.

-Mamá, papá, os quiero presentar a alguien.-Señaló con la mano a Oliver.-Éste es Oliver, trabaja conmigo en el 117, es mi pareja.

La mujer miró con los ojos como platos al chico y luego a Félix.

-¡Madre mía que chico más guapo, Félix!

Oliver la miró con los ojos como platos.

-Patricia.-El padre le riñó a su mujer, sonrojado.

-Lo siento, mis modales.-La mujer le tendió la mano.-Mucho gusto Oliver, mi nombre es Patricia, pero puedes llamarme Patty.

-Mucho gusto.-Le devolvió el apretón suavemente.-Soy Oliver Smith.

La mujer sonrió calidamente. El hombre le tendió la mano y Oliver le dio un fuerte apretón de manos.

-Me llamo Marcus. Estás fuerte muchacho.-Comentó el hombre.-No esperaba menos en el 117. Bienvenido a la familia, hijo.

Félix sonreía con un brillo único en los ojos.

-Bueno, ¿comemos?

-Me muero de hambre cariño, ¿qué has cocinado?-La mujer se abrazó a su hijo mientras caminaron hacia la cocina.

Oliver caminó tras Marcus mientras este le hacía preguntas.

-¿Te gusta la pesca, muchacho?

-Nunca lo he probado, la verdad.

-Pues este sábado iremos a pescar.

Estación 117 (1- En llamas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora