Felix trepa por la puerta del conductor y la abre, entra. Ve el pedal de acelerado atascado, se sienta en el asiento del conductor, pisa firmemente el pedal de freno y tira del freno de mano. Apretó el embrague, en unos segundos el furgón se detuvo.
La puerta del copiloto del camión de bomberos se abrió de golpe y Riley salió de su interior. Abigail lo ayudó a bajar.
-¿Te duele algo? ¿Te duele algo?
-No, no, estoy bien?
Chris entraba por el hueco de la parte trasera, había escalado el camión de bomberos en segundos y ahora se movía por dentro como si fuera Spiderman.
-¡Taylor! ¡Taylor!
La chica estaba hecha un ovillo en el hueco que había dejado el metal y los asientos al tumbarse. Solo se podía ver el inmenso traje de bomberos que cubría por completo su cuerpo. El paramédico se dejó caer a su lado y le tocó el hombro, ella se incorporó de inmediato y ambos se miraron.
-Dios mío, pensé que habías muerto.
Ella le abrazó.
-Pensé que moría.
Treparon de nuevo hacia el exterior, Felix había bajado del camión y miraba los daños del camión de bomberos, mientras Alice terminaba de colocar al paciente del otro incidente en la camilla para subirlo cuanto antes a la ambulancia.
-¡¿Todos bien ahí atrás?!
-Sí Ali, todos bien.-Contestó Riley mientras su mujer le miraba un pequeño corte que tenía en la frente.-Ya, amor, estoy bien, estoy bien.
-Por poco pensé que morías.
-Y yo
Oliver y Felix ayudaron a Taylor a bajar.
-¿Estás bien? ¿Te duele algo?
Ambos parecían muy alarmados.
-No tengo nada, estoy bien, en serio.
Chris estaba a su lado, tenso, se miraron y ella asintió. El le dio un beso en la frente.
-Voy a echarle una mano a Alice. ¿Segura que estás bien?
-Si, ve.
-Vale.
ESTÁS LEYENDO
Estación 117 (1- En llamas)
Roman d'amourHuyendo de su pasado, termina mudándose a un pequeño pueblo de Texas, pero lejos de lograr pasar página, el pasado vuelve para terminar con ella. Solo un milagro podría sacarla de las llamas del infierno en el que se ha metido.