Pasé la tela por debajo de su pierna, él hizo una mueca de dolor.
-Lo siento.
-No pasa nada, estoy bien.
Apreté lo máximo posible el nudo y la sangre dejó de brotar. Me senté a su lado, me temblaba todo el cuerpo. Él me pasó el brazo por la espalda.
-Lo has hecho bien, Evie. Lo has hecho muy bien.
-¿Muy bien? Te han disparado por mi culpa Alex. No definiría eso como muy bien precisamente.
Él se rió.
-No es el primer disparo que recibo.
Le miré de reojo.
-Bueno, puede que sí.-Su cara se crispó por el dolor.-Duele que te cagas.
Me arrodillé para mirar la herida, no sangraba apenas.
-¿Te duele mucho?
-Estaré bien, Ev, no te preocupes.-Su mano rozó con la mía y me lo quedé mirando en silencio.
El móvil comenzó a vibrar contra mi vientre, había olvidado por completo que aún lo llevaba encima, era de un número desconocido. Dudé si contestar.
-¿Diga?
Alex me miró con la ceja encarnada.
-¡Ben! Estamos ehh.. en la fila de las ehh.. 145 y las 156. A-Alex está herido, Arthur le disparó en una pierna, hice un torniquete, pero sangró mucho. Sí, sí, vale, me quedo, vale, vale. No, no cuelgo, sí.
Dejé el móvil a un lado, Alex estaba muy pálido.
-Eh, no no no, no te duermas.-Le sujeté la cara con mis manos-Leí que dormirse en situaciones así está mal.
-No me duermo.
-No te duermas.
-No me duermo Ev, no me duermo.
-Vale.
Alex deja caer la cabeza hacia atrás con la mano en la frente, está muy pálido y eso me asusta terriblemente, no quiero que se duerma, no quiero que se muera entre cajas plásticas desangrado por mi culpa.
-Cuando era niña, tenía un pez, se llamaba Ballena.
-¿Le pusiste a tu pez de nombre Ballena?-Preguntó sorprendido.
-Sí, era gris y estaba algo gordo, me recordaba a una ballena. Duró muchísimos años, aunque en realidad creo que mis padres compraban uno nuevo cada x meses.
Alex se rió.
-En resumen, que no te regale un pez, porque se te mueren.
-No se me mueren, creo.
Él negó con la cabeza sonriendo.
-¿Algún ser vivo que se haya muerto bajo tu cuidado?
Abrí los ojos como platos.
-No, ninguno, me me murió mi gata, pero de viejita y ya.
-Entonces no me tengo que preocupar de no salir de aquí.
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Estación 117 (1- En llamas)
RomansHuyendo de su pasado, termina mudándose a un pequeño pueblo de Texas, pero lejos de lograr pasar página, el pasado vuelve para terminar con ella. Solo un milagro podría sacarla de las llamas del infierno en el que se ha metido.