Capítulo 43

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Subí los escalones y me lo encontré sentado con su uniforme en una de las butacas.

-Buenos días.

Él se incorporó sorprendido y son una sonrisa.

-Hey ¿qué haces aquí? Pensé que estarías en casa de Ben y Alice.

-Lo estaba, pero las niñas pillaron sarampión.

Una mueca de desagrado cruzó su rostro.

-Que faena, ¿quieres un café?

-No gracias, acabo de tomar uno hace un rato con los demás.-Me senté en la butaca a su lado y empecé a sacar cosas de la mochila.-Me tendré que quedar aquí por ahora.

-¿Aquí?

Le miré confundida y asentí. Vi todos los libros sobre la mesa.

-¿Te molesta? Si quieres me voy a otro lado, me dijeron que estabas preparando unas pruebas y tampoco quiero ser molestia.

El sonrió con ese brillo de anuncio y sus ojos azules cristalinos me miraron.

-Para nada, además me viene bien algo de compañía.

Asentí y sentí como me sonrojaba sutilmente.

Saqué mi estuche y comencé a hacer bocetos en silencio, concentrada en cada trazo que hacía, lo sentía a mi lado. Él no dejaba de subrayar, leía con concentración, me recosté contra el reposa brazos y dejé que mi mente fluyera, comencé con trazos simples, pequeñas formas y algunos borrones, la estructura ósea, la musculatura y los reflejos del sol que chocaban contra sus cabellos rubios. Sabía que no era eso lo que tenía que dibujar, pero algo en mi interior me gritó que plasmara aquella escena, él concentrado mientras mordía el subrayador y leía, inclinó un poco la cabeza mientras miraba una imagen y vi como los músculos de su cuello se tensaban.

Los demás subieron y yo pasé página, sabiendo que aquel dibujo sería mi pequeño secreto, intentaría que Taylor no ojeara mucho aquel bloc, por lo que lo aferré con fuerza mientras me ponía a hacer planos sobre los futuros lienzos que pintaría. Necesitaba ir a la tienda de arte, pero tampoco quería estar sola, a la vez temía que si llevaba a alguien conmigo lo convertiría en diana para él. Eran tan difíciles las cosas desde hacía unos años. Llegaron los últimos miembros del equipo, Oliver parecía taciturno y molesto, Abigail estaba nerviosa y Matt agotado.

Estación 117 (1- En llamas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora