Había dejado a la niña con sus padres tras el cumpleaños exprés, le daba lástima que hubiera durado tan poco, pero todos tenían que regresar a sus puestos de trabajo. Se sentó en su silla y puso el auricular con micrófono, introdujo sus datos y abrió las aplicaciones. La primera llamada entró en apenas minutos, una mujer que se quejaba de que sus vecinos tenían la música muy alta. Envió a la policía por comunicado y siguió con su día a día. Llamada tras llamada, su cabeza divagaba, pensaba en Matt, en qué estaría pasando allí en Los Ángeles, en cómo estaría Evelyn y si podrían dar con Arthur antes de que todo esto terminara trágicamente. Otra llamada entró y presionó el botón.
-911 ¿Cuál es su emergencia?
-...por tu culpa es imposible que hayas no
-¿911? ¿Hola?
Escuchó el barullo al otro lado.
-¡Camina!
-¡Me haces daño! ¡¿Dónde estamos?! ¡¿A dónde me llevas?!
Hubo un silencio de segundos.
-Te dije que no me preguntaras nada, calla y camina Evie.
Vanessa se quedó en silencio, escuchando con atención, derivó la llamada a su superior, que se acercó a ella, era una mujer de unos cincuenta, con el cuerpo muy delgado y sonrisa afable, ambas escuchaban la conversación con atención.
-Creo que deberíamos derivar la llamada.-Comentó Vanessa.
-¿A la policía?
-A Ben, se encuentran en los Ángeles, han ido también algunos miembros de la policía de Texas con él, podría serles de utilidad la llamada.
La mujer asintió y Vanesa llamó al número privado del policía. Ben miró la pantalla el 911 y miró a Matt confundido. Contestó.
-¿Diga?
-Ben, soy Vanessa, tengo una llamada que igual os puede interesar.
Cuando me había dejado en el coche, esperé a que me soltara las esposas, cosa que hizo, en la parte trasera estaba mi mochila, por suerte antes de bajar me la había colgado a la espalda, estiré la mano sin que se diera cuenta y comencé a rebuscar. Habría jurado que mi móvil tenía que estar dentro. Él me miró de reojo y me quedé muy quieta. Arthur siguió conduciendo y yo apenas respiraba mientras sacaba el dispositivo móvil del interior. Aguanté el botón de encendido y la pantalla parpadeó. Puse mi pin y la pantalla de inicio apareció ante mí. Por suerte aún tenía batería suficiente, lo metí entre el borde del pantalón y mi vientre, tapándolo con la camiseta. Aquella podría ser mi única oportunidad de salir con vida de toda aquella situación.
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Estación 117 (1- En llamas)
RomanceHuyendo de su pasado, termina mudándose a un pequeño pueblo de Texas, pero lejos de lograr pasar página, el pasado vuelve para terminar con ella. Solo un milagro podría sacarla de las llamas del infierno en el que se ha metido.