059: TE RETO ALGO SENCILLO [+18]

254 18 1
                                        

-Sirius-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-Sirius-


Las miradas que Mcgonagall me da no son ni para más, miro a cada rato el reloj o le pregunto a la profesora. Termino lo más rápido que puedo con lo que me pidió hacer la profesora, pero aún así no me dejó salir antes.

—Ya puede irse, señor Black —me dice por fin la profesora—. Y para la próxima, piense mejor antes de hechizar a alguien.

—No me arrepiento de hacerlo, profesora —le contesto mientras me pongo la chamarra. La veo negar con la cabeza y solo me pide que cierre la puerta al salir y así lo hago.

Me voy directo a dónde siempre aparece la sala de los menesteres, esperando que ya estén los dos ahí. Camino rápido, saludando a algunos como es costumbre, ignorando a otros, en mi mente solo esta el pasar el rato con ambos... Quiero decir, con Alni, solo con mi chica y...

Ah, bien, a quien quiero engañar, la idea de estar con Remus también esta en mi mente, quizás no de la misma manera que con nuestra pelirroja, pero no voy a negar que ultimadamente siento que las cosas entre Remus y yo han cambiado, al menos de mi parte. 

La curiosidad que me da cada que lo veo besar a Alni me hace preguntarme ¿Qué tan bien besará? Digo, tuve mi momento de curiosidad donde me bese con algunos chicos que también estaban curioseando, y con uno estuve a punto de ir más allá de un beso, pero nunca pasó nada más. 

¿Remus nunca habrá sentido curiosidad también? Porque hasta Alni bien que no protestaba con los besos que le robaba Marlene.

Cuando llego a donde se supone que debería de estar ambos, no hay nadie. En parte, me alegra que nadie este, así no descubren que la sala de menesteres realmente existe, pero en parte me extraña que aun no estén, quiero decir, Mcgonagall se pasó un poco de la hora que me había dicho, es para que ya estuvieran aquí. 

Me siento en una de las bancas a esperarlos ¿O quizás debería de entrar? No, los espero aquí. Aunque no espero mucho, escucho sus voces al final del pasillo, los veo doblar al pasillo donde estoy y vienen riendo y abrazados. Alni con su capa roja con negro que le regaló su papá en navidad y Remus con su abrigo café, que le queda a la perfección.

—Ya era hora —les digo una vez que están más cerca—, llevo horas esperándolos.

—No seas dramático, Canuto —se queja Remus sin borrar su sonrisa—, ni media hora pasó que Mcgonagall te dejo salir.

—Aun así, estar aquí solo es aburrido —me acerco y tomo del rostro a Alni para besarla  e intentar echar al fondo la confusión que siento por Remus. Cuando nos separamos, ella sonríe ampliamente—. Vamos adentro ya...

—Tranquilo Canuto —Alni me frena y mira a Remus— ¿Lo trajiste?

—Me costo encontrarlo en tu baúl, pero aquí está —mete la mano a su bolsillo de su abrigo y saca juego de cartas.

𝘼𝙡𝙣𝙞𝙩𝙖𝙠 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠// É𝙥𝙤𝙘𝙖 𝙈𝙚𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora