Confusión

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Pov Luiza

Hoy tenía muchas salas que acomodar en el hospital, así que desde temprano empecé a organizar todo en mi computador.

Mire la hora y marcaban las 8am

Escuche dos golpes en la puerta y luego alguien entró, yo seguí escribiendo en mi computador.

—Se encuentra la Dra. Luiza? —escuche a alguien cuestionar.

Mis ayudantes se levantaron de la mesa y salieron afuera, ellos sabían que cuando un alumno, residente o médico iba hablarme debían de salir afuera. No me gustaba que nadie más escuche de lo que yo iba hablar con esas personas, era algo personal.

Me giré de la silla y la vi, alguien podría explicarme que color de ojos eran esos? Eran de un color entre verde o gris, no podía distinguir, los labios gruesos, nariz respingada, era una Angelina Jolie.

Me tengo que mantener serena, además de que es una alumna, no puedo estar pensando en estas cosas, dónde queda mi ética profesional?

—Por qué no viniste ayer? —cuestione de la forma más neutral que podía.

—No pude venir porque tuve inconvenientes en mi otro trabajo y fui a resolver eso —respondió.

Un problema no te toma todo el día de tu vida.

—Pero no creo que eso te haya tomado todo el día, podrías haber venido en lo que restaba del día —dije y asintió— Mira no se como te manejes en otros hospitales pero ahora trabajas conmigo y te vas adaptar a mis reglas, llegas temprano, te vas a la hora de tu salida, me respetas por sobre todas las cosas, porque yo respeto a todos —continué.

Solo pedía dos cosas que lleguen a tiempo y me respeten.

—Esta seria tu sala  —le pasé el papel que había hecho para cada uno, el orden era mi pasión— Ella es tu encargada, ve y habla con ella— Valentina asintió.

—Gracias —dijo y se giro para poder salir de mi oficina.

—Espero que no se vuelva a repetir lo único que tolero son las enfermedades, más nada —segui hablando antes de que salga por la puerta, asintió nuevamente— Los martes y jueves te toca trabajar conmigo, espero que llegues a hora.

Eso casi nunca pasaba pero quería vigilar a esta chica, ella no hará lo que quiera en mi locación.

—No va volver a pasar —fue lo último que dijo antes de salir de mi oficina.

Me giré y seguí ordenando las camas, salas y pisos.

Me apetecía tomar un café así que decidí levantarme e ir a comprar uno.

Abrí mi puerta y la vi a ella ahí, seguía parada frente a mi oficina, alguien estaba frente a ella pero no podía distinguir quien era.

—Eres la persona más amargada que conozco en la vida a parte de la Dra. Luiza, se van a llevar muy bien —dijo la voz frente a ella.

Ese era el concepto que tenían de mi, no podía ser estricta o algo por el estilo, amargada.

—Quién se va a llevar bien conmigo por ser amargadas? —cuestioné.

Valentina se giró y me sonrió, que hacía? Era gracioso lo que estaba pasando o que.

—Usted y yo Dra —habló finalmente la chica de ojos verdes— Tenemos la misma simpatía —habló por debajo.

Miré desafiante a la chica que se encontraba frente a mi.

—No soy amargada, soy una persona estricta —empecé a hablar— Al que no le guste —apunte las dos puertas de color blanco— Puede salir por allá y nadie le va a detener, esto es un hospital no una cárcel -continue.

The Loneliest |Valu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora