Adiós

1.1K 77 4
                                    

Luiza

—Amor tengo que ir un rato —dije mientras reía, aún seguía en la cama con Valentina quien estaba como un koala sobre mi.

—Dijimos que llevaríamos a los niños a casa de tus padres y luego iríamos a la mía —respondió y sonreí.

—Si mi amor pero escucha, es solo un rato —dije y besé su mentón— Un ratito —sonrió y negó— Por favor —rogué.

—Que tanta urgencia tienes en el trabajo? —cuestionó entrecerrando los ojos, no aguante y empecé a reír.

—Mi amor —puse mis manos en sus mejillas— Duda me pidió algunas interconsultas ayer y no fui, voy hacerlas hoy para que pueda dar de alta a sus pacientes, si amerita y vuelvo —respondí.

—Más te vale Luiza —me tomó de la mejilla— Porque si es por otra cosa te voy a colgar del balcón hasta que recuerdes que eres solo mía —la miré sorprendida y empezó a reír— Te estoy molestando mi amor... —dijo— Bueno, estoy bromeando, pero sí fuera verdad, no lo estoy haciendo —besó mi mejilla.

—Esperaste a casarnos para demostrar que eras una loca de los celos, verdad? —cuestioné y sonrió.

—Mmm —lo pensó— No, lo soy a veces, lo reconozco —dijo Valentina y esta vez sonreí yo— Pero puedo ser la mejor celosa del mundo.

—Qué dices amor? —empecé a reír fuerte— Pero admito que me gusta cuando lo haces —enarco una ceja.

—Entonces puedo hacerte una pregunta? —cuestionó, miré el reloj y se me hacía bastante tarde.

—Aceptó la pregunta —puse mis manos en su cintura— Pero —la detuve antes que hable— Puedes hacerla cuando esté de vuelta mi amor? —apunté el reloj, asintió y salió de encima.

—No tardes mucho, por favor —pidió Val y asentí.

Entré al baño para poder darme una ducha y cambiarme.

—Entonces van a darse una escapada? —cuestionó Duda y asentí.

—Algo así —respondí mientras revolvía el café que compré de la cafetería del hospital— Queríamos hacer un viaje pero... Ya sabes, aún no estamos preparadas para dejar tanto tiempo a los niños —me encogí de hombros.

—No puedo creer que estés diciendo eso —empezó a reír— Primero fue casarte y ahora que no puedas dejar a tus hijos, no que no ibas a ser una mamá gallina? —cuestionó Duda.

—Y no lo soy —me defendí— Soy más bien la mamá cool —enarco una ceja— Bueno, según Leo no, pero yo creo que eso piensa Priscila —empezó a reír

—Priscila todavía no hablar, que dices? —cuestionó y empecé a reír.

—Pero cuando lo haga, va decirlo, yo lo presiento —bebí un poco de mi café.

—Y ahora por qué mi esposa y mi cuñada están tan animadas? —llegó Igor y se sentó con nosotros.

—Tú hermana y Luiza no aguantaron ser madres a tiempo completo entonces van a dejar a los niños con sus abuelos —dijo Duda y le di un manotazo.

—Igor y tú lo hacen seguido —respondi— Y dejan a las niñas con nosotras, así que en teoría debería de dejarlos a cargo de los niños —dije y entrecerre los ojos.

—Tengo doble guardia, lo siento mucho —dijo Duda, las dos nos giramos a ver a Igor.

—Yo... —intentó defenderse— No puedo con las dos niñas mucho menos podré con los cuatro y sin contar que Leo lleva a todos lados a Braulio, y encima de todo eso tienes que cuidar qué Priscila no se coma al pobre animal.

The Loneliest |Valu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora