Jaqueca

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Pov Luiza

SP-Br Miércoles_08/Julio/2020

Hoy no estaba siendo un buen día, la fiebre ya disminuyó, el dolor de cuerpo también pero ahora estoy con una tos seca y brusca que lastima el pecho, estoy con toda la medicación que en mis conocimientos caben pero de todas formas algunos de los síntomas no se están aliviando del todo.

No quiero preocupar a Valentina, me agito con solo ir al baño y desde la mañana me he puesto el oximetro qué por el momento estoy suturando por arriba de 92%, no es algo que qué sea bueno pero tampoco está por arriba del 95%.

Respiré hondo y me hice de nuevo dos puff con mi broncodilatador, hace mucho tiempo no los usaba.

El dolor de espalda era horrible asocio a que es por la posición en la que me encuentro todos los días así que decidí apilar las almohadas para cambiar de posición y estar un poco más cómoda.

—Amor —Valentina encendió la luz y me tape el rostro.

—Tengo un dolor de cabeza horrible —comenté y apagó de nuevo la luz.

Me tocó la mejilla y luego se sentó a mi lado.

—He cocinado algo para ti, quieres comer? —negué.

—Por el momento no tengo apetito —admití— Pero agradezco la voluntad qué tienes al hacerlo, en serio, no podría pagar todo el tiempo que estas perdiendo cuidándome.

—Y sigues con eso Luiza —me reprochó— Te dije que voy a estar aquí hasta que te recuperes.

Sus tres test rápidos habían salido negativo y faltaba aún algunos días para su PCR, pero ella estaba confiada en que ya no se iba a contagiar.

Había pasado los días más agudos de mis síntomas, creo.

—Gracias —la abracé por un rato y luego la solté.

De todas maneras le pedí a Valentina qué siga durmiendo en la habitación de huéspedes, solo por precaución y luego de los diez días podríamos dormir de nuevo juntas.

Ella seguía entrando con mascarilla, no sabía que estaba pasando en el hospital pero esperaba que nada esté fuera de lugar, es lo que más me preocupaba.

Mi esfuerzo de años no quería que se pierda en la nada por estos quinces días.

Leo me había hecho unas cuantas videollamadas, estuvo llorado y yo con él, también lo echaba de menos pero prohibí a mis padres que lo traigan a la casa.

Por mucho que quiera verlo aún no era seguro y prefería esperar unos días más.

— Dormiste? —susurró Valentina

—Mmm no —respondí— Pero si que  tengo fatiga.

—Como te sientes del uno al diez? —cuestionó.

—Seis —mentí, estaba como un cuatro pero quería estar como un siete —suspiró.

—Estoy leyendo algunas revistas científicas que sacaron en los últimos días, esto tiene tres fases, creo que ahora estás en la segunda por los días y en cuatro días estarás en la peor, supuestamente, no sé si sea cierto.

—No te obsesiones —contesté.

—He leído quince artículos en lo que va del día —comentó y sonreí.

La tenue luz que pasaba por debajo de la puerta alumbraba a Valentina.

—Vas a salir siendo una máster en covid —bromee.

—No, espero que no —contestó— Quieres dormir otro rato?

—Un poquito y luego si voy a probar lo que has hecho —respondí.

—Está bien, voy a volver en un rato —dijo y salió de la habitación.


Escuché como Valentina caminaba dentro de la habitación pero no abrí los ojos.

—Amor —habló y me giré— Cómo te encuentras? —cuestionó.

—Mhm —estaba super somnolienta— Bien

—Compre esto de la farmacia —me paso un blister— Es un multivitamico, no te estás alimentando bien así que compre esto —me paso un vaso de agua.

—Gracias —agradecí y deje al lado de las miles de píldoras qué tenía.

—Voy a estar abajo por si me necesitas —asentí

—No me vas a decir te quiero? —cuestioné molestándola.

—Sabes que lo hago —besó mi frente con la mascarilla puesta.

Cerró con cuidado y encendí mi celular, era poco más de las veinte.

Cogi el oximetro que tenía en el cajón y lo puse en mi dedo índice, cerré por un momento los ojos y suspire profundo, sentía que mis pulmones estaban colapsando.

Miré el oximetro y marcaba 92% al límite, si esto no subía de alguna manera voy a tener que ir al hospital.

Busqué mi blister de corticoides, iba a tomar aunque sea una pastilla para poder desinflamar mis vías respiratorias.

Me senté unos segundos en el sillón de la habitación para poder cambiar de posición.

—Te traje un poco de té —entro Valentina en la habitación y sonreí— Oh, al fin sales de la cama —habló y masajeo suavemente mis hombros.

—Necesitaba hacerlo —respondí y cogi el té qué traía en las manos, bebí un poco y sentí como se aliviaba un poco mi pecho.

—Es la quinta vez en la semana que llaman Duda e Igor a preguntar cuando vamos a volver —me comentó.

—Se lo dijiste? —negó con la cabeza.

—En unos siete días yo creo que ya estaremos por ahí de nuevo —admití.

Esperaba aliviarme más para poder volver.

Bebí un poco más del té y lo deje en el buro.

—Está bien —respondió y acarició mi pierna sentada en la cama— Solo quiero que te recuperes pronto.

—Lo haré —entrelace nuestras manos.

Pasé a la cama y recosté mi cabeza en sus piernas, acarició mi cabello y con su otra mano araciaba mi hombro.

—Gracias por estar aquí —hablé.

En serio, agradecía cada segundo que Valentina tomaba de su tiempo para estar conmigo.

Solo yo sabía lo que valía realmente como persona y en todo, es atenta, amorosa, tiene muchas cualidades, sabía que estaba en lo correcto al acercarme a ella.

—Estaré el tiempo que sea necesario —entrelazo nuestras manos y sonreí.

Sentía que me ahogaba en esta posición por más a gusto que me sentía, me senté.

—Vas a recostarte? —asentí.

—No te estás ahogando Luiza? —cuestionó y negué— Estás con mucha taquipnea —sí, de hecho estaba forzando muy seguido porque sentía que colapsaba además empecé a tener calambres abdominales.

—Me pasas el broncodilatador  —apunté el cajón del buro y me paso.

Me hice dos tiros de puff y luego los puse a mi lado.

—Ahora mucho mejor —admití— Ve a descansar, tienes muchas ojeras —asintió.

—Iré a descansar un rato y luego volveré —contestó— Llámame cuando necesites algo, lo digo en serio —hablo y asentí.

Sonreí y besé su mano.

Salió de la habitación y me recosté en las pilas de almohadas, el dolor de cabeza intenso volvió.

Cerré los ojos y apagué la lámpara qué estaba encendida a mi lado.

The Loneliest |Valu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora