The Loneliest |Valu|

Broma

Pov Luiza

SP-Br Miércoles_15/Mayo/2024

—Pase por aquí, no te vi hoy —habló Duda

—Quiero pasar más tiempo con Leo y Valentina —respondí y nos sentamos en el sofá.

—Y dónde está ella? —cuestionó y apunté las escaleras.

—Probablemente esté durmiendo o acostada, últimamente... —hablé y me calle.

—Últimamente qué? —cuestionó Duda.

—Últimamente pasa mucho tiempo viendo la televisión —mentí y me miró extrañada.

—Que pasa con las ropas de Valentina? —cuestionó Duda cuando la vio bajar de las escaleras y me encogí de hombros— Cada vez la veo usar ropas mas holgadas, se acompleja de algo o que? —cuestionó

—No lo sé, seguro quiere estar a la moda —hablé y asintió un poco confundida.

—En fin lo que te decía es que... —me estaba comentando algo de volver a adoptar— Vas a comerte todo eso? —le habló a Valentina quien venía saliendo de la cocina.

—Que tiene? —cuestionó ella con toda la comida en la mano.

Valentina comía muchísimo y yo trataba de tener todo a mano porque un día despertaba en la noche y quería pulpo a la brasa.

—Hasta pareces embarazada —bromeó Duda y sonreí, Valentina y yo estábamos muy felices porque está semana entraba en la semana veintiocho o sea entraba al tercer trimestre del embarazo.

Estuvimos atenta a todos los síntomas que iba teniendo y siempre con cualquier dolor nos íbamos directo a la clínica, la doctora que estaba tratando actualmente a Valentina era un amor y siempre estaba al pendiente de las dos, le contamos lo sucedido con Lucca,  eso hacia que siempre esté disponible para las dos.

—Y lo estoy —soltó, me quedé callada y Duda soltó una risa nerviosa.

—No habla en serio, verdad? —cuestionó.

—Crees que esto es no hablar en serio? —levantó su remera y dejó ver su pequeño y redondeado vientre.

—¡NO PUEDE SER! —gritó Duda, casi me deja sin tímpano, corrió desde el sofá hasta la escalera y se detuvo frente Valentina— Puedo? —cuestionó y ella asintió— Es real o es una broma de las dos? —acarició su vientre— Por qué no me lo dijeron? —nos reprochó mientras acariciaba la panza de Valentina.

—Es un secreto —respondí— Bueno, ahora es nuestro secreto —sonrió.

—Cuantas semanas tienes? —cuestionó Duda.

—Veintiocho —dijo Valentina y cara de Duda se transformó.

—QUEEE? —gritó de nuevo y me tape los oídos— Creí que tenías unas veinte, no sé —empecé a reír— Que emoción —siguió acariciando su panza— Puedo quedarme a dormir con ustedes para acariciar tu panza? —cuestionó.

—Deja de ser bizarra —contesté.

—Es que yo adoro a los bebés en la panza —nos sentamos en el sofá— Y Valentina tiene una pancita tan tierna, uy —retiró su mano— Creo que no le gustó.

—Estas de intensa, es por eso —respondí para molestarla.

—Y cuando piensan contarlo o lo van a ocultar hasta sus dieciocho años? —preguntó Duda y reí.

—Aún no encontramos la ocasión y estamos bien así —respondió Valentina en lo que comía su gelatina— Mi amor ya no quedan las gelatinas de fresa cuando vuelvas mañana del trabajo te suplico que traigas más —asentí.