The Loneliest |Valu|

Mascotas

Pov Luiza

Estaba sentada en el balcón viendo a Valentina arropar a Leo, por más que ella no quiera ser madre... Ella creó un lazo único con Leo, yo no iba a decírselo porque no quiero incomodarla.

Él estaba durmiendo, ella me sonrió en señal de que todo estaba bien y apago la luz de la habitación, encendió la lámpara y vino al balcón conmigo, se sentó entre mis piernas y besé su mejilla.

—Amor... —habló

—hm?

—Crees que... —se sentó un poco mejor para poder verme— Crees que podemos adoptar un gatito o un cachorro para llevarlo a la casa? —la miré con un poco de desaprobación.

—Mi amor, Leo no tiene la edad suficiente para hacerse cargo de un cachorro y Ofelia no puede sola con Leo —hablé— Esperaré que entienda mejor el sentido de la responsabilidad y luego podemos ver la posibilidad de adoptar uno.

—Y si yo ayudo a Leo? —cuestionó y sonreí.

—Ay mi amor —suspiré profundo— Está bien pero vendrá una semana como acogida a la casa, si ustedes dos no cuidan de esa mascota, se va —sonrió como una niña.

—Gracias —besó mi mentón, era lo que mejor le quedaba para besar —Seremos super responsables —la abrace fuerte.

—

—Buenos días —saludo Catarina cuando me vio bajando las escaleras.

No sabía a que hora llegaban, Valentina y yo entramos muy tarde del balcón, hablamos durante mucho tiempo.

—Buenos días —llegué y me envolvió en un abrazo— Buenos días —le pase la mano a su papá.

—Buenos días Luiza —estaban en la sala de Star, escuché movimientos en la cocina y me fije que Valentina estaba preparando algo.

Volvió con una bandeja y se sorprendió al verme.

—Hola —saludo y quería reír, normalmente era diferente nuestros buenos días— Aquí tienes tú café —lo puso frente a su padre— Y el té con leche —se lo paso a su mamá— No quieren nada para acompañar? —cuestionó y negaron.

—Y Leo? —pregunto la mamá de Valen.

—Sigue durmiendo —miré el reloj, iban a ser las ocho de la mañana— Iré a ver si va a despertar para desayunar.

—Voy a cambiarme el pijama y vuelvo —también habló Valentina.

Subimos las escaleras y en el pasillo rodeo sus brazos a mi cintura.

—Buenos días —beso mi cuello me giré para quedar de frente.

—Que tal amaneciste? —cuestioné y besé sus labios.

—Excelente y tú? —cuestionó mientras acomodaba mi cabello atrás de la oreja.

—Excelente también —puse mi mano sobre el picaporte.

—Te prepare café y unas tostadas así que apresurate a bajar para que desayunemos juntas —asentí.

Se fue a la otra habitación donde tenia sus ropas y entre a ver a Leo, no se movía de su lugar.

Entre abrí las cortinas, para que no le moleste mucho la luz y tampoco se quede a oscuras, me recosté a su lado, lo abracé y lo pegué a mi, estaba muy largo.

Mi bebé ya no era un bebé cada día estaba más grande.

-Flashback-

Duda y yo estábamos en su casa, los últimos días no me había sentido bien del todo y tenía muchas ganas de dormir a cada rato.