The Loneliest |Valu|

Pases

Pov Luiza

SP-Br Miércoles_15/Septiembre/2021

Salí más temprano de lo habitual de la oficina porque es mi día con la neuropsicologa.

Llegué a su consultorio y esperé durante unos segundos hasta que abrió la puerta.

—Buenas tardes Luiza, adelante —se puso a un costado para que pase— Te veo más animada —asentí.

—No nos vimos más de un año, sucedieron muchas cosas —le comenté de forma breve.

—Lo veo perfectamente —miró mi anillo y sonreí— Siéntate, por favor —apuntó el sofá de color mostaza

Observé que renovo todo el consultorio, paso bastante tiempo.

—Creo que te preparaste bien para todo lo que te iba a tocar después de esta cuarentena —asintió.

—Asímismo, tengo bastante trabajo y por suerte veo que tú no serás uno de ellos —bromeó.

—No cantes victoria —pedí.

—Entonces ábrete, cuéntame lo que deseas, voy a escucharte y después iremos puliendo cada cosa en el trayecto —la miré y bebió un poco de su café— Si esto te distrae me avisas y lo dejo a un lado —negué rápidamente.

—Primero que nada quiero quejarme de este nefasto vírus que asoto con todo, no solo mi vida, la vida de todos, casi me mata e hizo colapsar mi servicio —suspiré— Pero a decir verdad no fue un mal año —le mostré el anillo— Estoy saliendo con una chica, es médico, está a menos de un mes de ser hematóloga y en pocas palabras es lo que esperaba que llegué a mi vida, mis padres no se contagiaron y mi hijo es un niño super sano y lleno de amor, creo que por el momento vamos bien —junté mis manos.

—De que forma negativa crees que te afecto la pandemia?

—Colapsó mi servicio el cual no pude tener bajo mi control por medidas extremas de salud, creo que fue una de las partes que más me pego, soy una persona vulnerable así que irremediablemente no podía tener el mando de todo las veinticuatro horas —si, eso fue lo que más me molesto de todo esto.

—Y ahora como estás con eso? —cuestionó.

—Ahora mejor que nunca, gracias a las vacunas que recibimos en abril tenemos más confianza de estar en contacto con los pacientes obviamente extremando todos los cuidados.

—Entonces en parte resolviste ese problema? —asentí, creo que sí.

Ya estaba al día con todo, así me cueste un enojo de Valentina cuando quiere ir a la cama y yo sigo en la computadora.

—Y con ella? —cuestionó.

—Vamos a casarnos —no podía creer lo que estaba diciendo, jamás me imagine que lo iba hacer.

—Es un gran avance.

—Para mi lo es, bastante. No me había imaginado a mi en un matrimonio y no es porque no lo quería, no pensé encontrar a la persona correcta.

—Por qué dices que es la persona correcta?

—Porque me lo demuestra, es como que cada día ella se renueva con algo, me sorprende su capacidad de mostrarme su compañía, lealtad, compañerismo, su amor, su paciencia y cabe resaltar que quiere incondicionalmente a mi hijo, es una de las cosas que más me preocupaba anteriormente, no encontrar alguien que encaje en mi vida y la de mi hijo.