El sol brillaba fuerte. Ninguna nube ae mostraba a través de la ventana del laboratorio en el que Zerio trabajaba bajo la atenta mirada del Zoroark de Deimos. Su padre, aunque ya no recordase quien era.
"No confía en mí" es lo que pensó.
Miró de pasada a la celda en donde la Delphox dormía con el collar enganchado. Rápidamente apartó la mirada recordando todo lo que pasó la noche anterior.
Su padre quería resultados. Él no quería dárselos, pero su verdadero padre vigilándolo indicaba que o lo hacía o sospecharía de él.Tomó una de las muestras de sangre de Arceus del envase y lo mezcló con la fórmula de su madre: el líquido que transformaba a las personas en su estado más puro, listo para acoger el ADN que debe copiar para luego transformar. Un líquido morado que no solo puede transformar, sino captar las perturbaciones de cualquier lugar y asumirlas como suyas.
"La Esencia"
Observo en el microscopio cómo el líquido morado iba vibrando mientras chocaba con la sangre que iba poco a poco tornándose gris. De pronto, la Esencia comenzó a tomar la misma forma que la sangre. En una pantalla observó cómo la secuencia se había amoldado.
Otro éxito. La Esencia era terroríficamente exacta; pero ese era el problema.
La excusa de: "al ser una sangre divina, es más complicado que la Esencia lo asimile" habría servido los primeros intentos.
Pero otra vez se asimilaba a la perfección.
"Mierda"
Esa excusa le había dado tiempo a planear su huida. Miró a la Delphox para sentir el cariño de la noche anterior y cómo lo acogía. No lo entendía , pero le recordaba a su madre antes de todo esto.
El Zoroark gruñó, sacándolo de su emoción. Zerio lo miró con desdén, ya no era su padre. Tendrá que volver a mentir para que le de más tiempo para establecer ahora la ruta de huida, pero el tiempo apremiaba.
Deimos estaba impaciente y ese Zoroark se lo recordaba.
-----------------------*******-----------------------
Zakry había llegado a Ciudad Jubileo en su forma de Glaceon. Llevaba toda la noche en camino a Ciudad Jubileo. Apenas había dormido. Con su olfato comenzó a rastrear en busca de algún olor familiar, pero era complicado. Con un suspiró se puso a correr hacia el centro de la ciudad con la esperanza de poder ver desde lo alto de un edificio algún indicio del grupo.
Mientras atravesaba la solitaria ciudad, vio algunos Pokemon que se despertaban y comenzaban a rebuscar en los contenedores en busca de algo que comer. Alguno incluso atrapaba algún Rattata que no le había dado tiempo a huir de las fauces de un Krookodile.
"Pokemon de diferentes regiones peleando entre si como seres salvajes" pensó mientras la imagen de su madre se formaba en su mente "¿es esto lo que querías?
No eran Pokémon, ni uno nacido en la naturaleza. Se les calificaba como "salvajes" a aquellos nacidos al aire, pero no conocía a ningún Pokemon que fuese tan agresivo o ansioso como para despedazar de una manera brutal a esa criatura. Siempre actuaban con un poco de cabeza, hasta el Pokemon más agresivo de todos tenía respeto por su presa.
No, eran tan asquerosos como los humanos que pretendían que no eran.
La Glaceon, que estaba agazapada viendo varias escenas bastante desagradables continuó buscando a Aly y Jack.
ESTÁS LEYENDO
Pokémon, ¡Soy un Pokemon! Entre Fronteras
Fanfic"¿Qué estoy haciendo aquí?¡¿Cómo es que soy un Pokémon?!" Jack, Raven, Dani e Isaac, unos jóvenes son transportados a otra dimensión, un mundo bastante conocido... donde acontecerá un hecho que cambiaría el curso de la historia...