II. Capítulo 6: El sueño perdido

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Una gran montaña. Dentro de ella, un pequeño agujero. Los barrancos hacían de paredes de aquel lugar.

Un valle, un pequeño bosque, un laguito de lava, un pico helado, una cascada.

Era hermoso. Las nubes coloraban el paisaje que lo embellecía y le daba un encanto casi mágico.

Acercándose al la pequeña llanura, un Sylveon estaba en lo alto de un risco, sentado, mirando el mar. De pronto, otro Sylveon, esta vez azul,  se puso a su lado y lo acarició. Un Eevee apareció también y se acercaba a ellos y los abrazaba. Parecían una gran familia.

El Sylveon rosa la susurró algo y la otra asintió. Volvió a mirar el horizonte, el mar que se cernía sobre aquel mágico lugar.

Una voz profunda y envolvente como el viento dijo:

"Es la hora"

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Jack se despertó. Había sido un sueño muy bonito y extraño a la vez.

Se incorporó, estaba atado.

Suspiró con desánimo. Aquellos Pokémon lo tenían capturado.

El sol se filtraba por las ventanas de aquel extraño lugar en el que se encontraba.

-Has despertado- una voz muy familiar resonó en el cuarto.

El Noivern se giró en la dirección de aquella voz.

Era la del Vaporeon humano.

En efecto.

Estaba sentado en una silla. Con un pantalón vaquero y una sudadera. Su cola sobresalía y acababa en el suelo con la aleta a ras del suelo.
Su cabeza cubierta de un suave pelaje azul, tan fino y suave que llegaba hasta su hocico e iba hasta sus orejas, que tenían aletas.

Parecía amenazador, dado que estaba cruzado de hombros, pero en su rostro se podía percibir cierta sensación de tristeza, como si lo mirase con pena.

El Noivern gruñó:

-¿Qué quieres?

-Jack- el nombre resonó en su cabeza, le sonaba de algo- ¿qué es lo que te ha pasado?

¿Se estaba refiriendo a él?

-¿Quién es Jack? - preguntó desconfiado el Noivern

-¡Oh por Dios Jack! No me vengas con tonterías- respondió enfadado el Vaporeon.

-No sé quién es- contestó seriamente, intentando mantener la calma- por favor, suéltame para que pueda volver al lado de mi dueña, la necesito.

De pronto, un Hidropulso pasó rozando la cabeza del Noivern. Isaac estaba enfurecido.

-¡Joder Jack, eres tú! -exclamó - ¿Qué coño te pasa?

-Te juro que te equivocas de Pokémon- respondió el dragón ya con un poco de miedo.

-Soy Isaac, Jack- dijo el Vaporeon ya sin pensar, un poco desesperado- sé que hace cinco años que no me ves, pero tienes que reconocerme. Soy el amigo de tu hermana Ruth... - no hubo respuesta- Raven... -tampoco- Joder, te hemos utilizado como conejillo de indias de los experimentos de tu hermana, tenías 10 años cuando nos conocimos, tus padres se divorciaron hace algunos años y viniste a mi casa porque no querías ver a tus padres...- silencio. Isaac comenzó a desesperarse- Jack, por favor... Eras el único con quién me divertía cuando mis estudios me superaban o Raven me metía caña...

Nada.

El Vaporeon se desplomó de rodillas abatido, las lágrimas comenzaron a brotar. Levantó la mirada y le pegó un puñetazo al que era Jack. El Noivern no dijo nada.

Pokémon, ¡Soy un Pokemon! Entre FronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora