Pokémon, ¡Soy un Pokemon! Entre Fronteras

Capítulo 1: Un paseo movidito

El timbre que indicaba que habían acabado las clases estaba sonando. Los alumnos corrían de un lado a otro para ser los primeros en salir de ahí. Y en un lugar de aquel inmenso edificio de ladrillos rojos, Dani y Jack leían un libro grande con tapas de cuero desgastadas por el tiempo. Dani era alto, pelo castaño oscuro y sus ojos eran de un castaño claro. Tímido y amable, siempre atento ayudar en lo posible a cualquiera de sus amigos. Jack era más o menos igual que el solo que tenía el pelo castaño claro y era más activo de todos, aunque era muy torpe. Es optimista, aunque a veces iba al colegio con cara de no haber dormido bien.
Cuando terminaron de leer las primeras 10 páginas, salieron de la biblioteca y fueron al patio a tomar el aire. Los exámenes finales habían pasado y ambos habían pasado con muy buenas notas salvo Jack había sacado un 5 pelado.
- Menos mal- decía Jack casi llorando al ver el 5 - no me puedo creer que Miguel me haya aprobado aún habiendo sacado un 4 en el exámen.
-Bueno- contestó Dani mientras se sentaba en el césped del jardín del instituto- hacías todos los días los deberes así que yo creo que te ha subido la nota por ello.
- Ya... Pero sabes que falté tres semanas a clase por culpa de Raven, ¿no?
-Sí
Raven es la hermana mayor de Jack. Son muy parecidos. Raven tiene dos años más que Jack y tiende a desvariar fácilmente dada su pasión en lo que estudia. Le dejaron un laboratorio para que pudiese seguir estudiando sobre genética, habiendo acabado con una matrícula de honor la carrera. En un intento de conseguir su objetivo... Logró  que los brazos de Jack se volviesen alas cubriéndolos de plumas. En ese momento, Jack tuvo que pasar dos semanas confinado en el laboratorio por si la prensa o alguien lo descubría y entonces Raven tendría que pagar las consecuencias. Por ese motivo, se perdió la semana de exámenes. Por suerte, la fórmula de Raven se desvaneció y su cuerpo regresó a la normalidad sin nada de su cuerpo alterado.

-¿Sigue siendo fan de Pokemon, no?

- Sí- contestó Jack-por eso está haciendo experimentos para crear especies semejantes a los Pokemon - dijo recordando cuando quiso modificar genéticamente un perro para volverlo un Growlwithe, aunque no acabó bien, el perro cambió de color a rojo y su cola se volvió una bola de pelo, pero se murió en tres días por cáncer

Estaba atardeciendo y Dani y Jack fueron al laboratorio de Raven.

- Hola hermana- dijo Jack
- Hola,¿qué queréis?- preguntó Raven
- Hemos venido para decirte si quieres venir con nosotros mañana a pasear a las montañas- contestó su hermano
-Eh... Vale- respondió ella- pero necesito que venga Isaac
Isaac es un chico rubio y ojos verdes. Es muy majo y no le gusta mucho las travesuras. El también amaba la genética. Por eso, cuando terminó los estudios, buscó a Raven y juntos empezaron a investigar. Introvertido y amable. Es un poco egoísta a la hora de ofrecer algo a alguien, pero si es por Raven, lo daría todo.Tiene 21 años.
- Bueno vale- dijo Jack

Por la noche, Dani se puso a pensar sobre lo que leyeron ayer en la biblioteca. Ese libro no se podía encontrar en ninguna otra parte, ni siquiera en Internet. Eso le añadía más misterio al libro. Era un libro con la portada gastada y la mayoría de todos sus datos estaban escritos a mano. Lo demás estaba metido en una carpeta con un candado que no podía quitarse ya que estaba a prueba de todo.
Sacó el libro de su mochila, era un libro de los que tienden a tener mas de 350 páginas, pero solo tenía 50. Miró fijamente al candado del libro. No era como los demás. Eran cuatro espirales que salían de un extremo del candado y se enrollaban en la solapa de la carpeta y luego volvían al punto de origen. Tenia unos puntitos en el centro que a Dani le pareció un micrófono.  Temeroso de que alguien me estuviese oyendo, guardó el libro en el armario y se durmió

A la mañana siguiente, se prepararon para subir a la montaña. Mientras se preparaba, Dani pensó en el itinerario que iban a hacer. Media hora después, los cuatro subían la montaña. El ascenso fue un poco difícil. A la hora, el cielo empezó a nublarse. Ellos estaban en un bosque cuando llegaron a un claro a descansar. Estaban comiendo tranquilamente. Solo sudaba Isaac.

-¿Cómo es que vosotros estáis tan frescos y yo estoy ardiendo y sudando la gota gorda?- preguntó Isaac fatigado.

Los tres se rieron

-Tal vez porque hacemos más ejercicio que tú- contestó Dani mientras bebía una botella agua.
- Dime cuando has visto a Raven hacer ejercicio- dijo Isaac en tono desafiante
-Pues... Todos los días se despierta a las seis de la mañana para hacer un poco de ejercicio y se va andando al laboratorio a las siete, mientras que tú te despiertas a las ocho y vas tranquilamente en coche hasta allí- respondió Jack

Isaac se calló.

- Chicos- dijo Raven contemplando el cielo con una sonrisa un tanto preocupante- deberíamos bajar. Va a llover y va a hacer tormenta...

Un rayo cayó cerca de donde estaban. Cogieron sus mochilas y se fueron corriendo de ahí. Se adentraron en el bosque y se perdieron. Se pararon a descansar. Estaban agotados por la carrera que habían hecho. De pronto, varios rayos empezaron a caer, provocando un incendio Y comenzó a llover. Eso hizo que el incendio se apagase. Los rayos se iban haciendo más potentes y Dani y compañía corrieron a una pequeña cueva. Cuando estuvieron allí. Se sentaron y vieron los rayos que caían sin parar. Estuvieron contemplándolos hasta que un rayo gigante y azul surcó los cielos e impacto contra la cueva. De pronto, un tornado apareció dentro de la cueva y empezó a succionar todo lo que encontraba a su paso. Los cuatro se agarraron como pudieron... Pero fue en vano. Un rayo impacto en sus cuerpos. Era un rayo verde y se dejaron absorber por el tornado.
Y empezaron a caer... Y caer... Y caer.

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