RAFA
Olivia siempre se marchaba antes que yo a trabajar.
Por la mañana era de los pocos momentos en los que no me necesitaba para nada.
Había recargado las pilas, así que se duchaba, se arreglaba y descargaba toda su energía en el trabajo. No podía culparla, siempre había sido una trabajadora incansable, pero aquella maldita cardiopatía que llevaba arrastrando durante toda la vida me dejaba con las migajas, y menudas migajas.
Si por lo menos hubieran sido unos restos llenos de cariño, unos donde yo arropara su cuerpo entre mis brazos para calmarla y decirle que todo se solucionaría... Estábamos pendientes de una operación pionera, los médicos decían que creían poder mejorar su calidad de vida, que ahora era prácticamente nula.
Nunca estaría al cien por cien, pero, si esa operación lograba que estuviera al cincuenta, ya me conformaba.
Nuestra relación no fue siempre así, aunque reconozco que Olivia era manipuladora por naturaleza. Cuando trataba de dejar la relación, ella me daba la vuelta hasta que volvía a caer de cuatro patas y empujando entre sus muslos. Ahora ni siquiera nos quedaba eso.
No me gustaba compadecerme de mí mismo. Odiaba a la gente así, yo era de coger el toro por los cuernos. En mi trabajo tomaba decisiones constantemente, pero en mi vida privada era otro cantar. Me sentía atado de pies y manos, sin poder liberarme de las cadenas mentales que yo mismo me había impuesto, pues, si algo tenía claro, era que Olivia no me apuntaba con un arma para que me quedara a su lado. Lo hacía voluntariamente, y eso era lo más jodido de todo.
Me preparé un café bien fuerte, necesitaba despejarme. Desayuné una tostada con tomate y jamón, algo tenía que meterme en el cuerpo después de lo de la noche anterior.
Qué diferente era ahora de cuando era joven y arrasaba con todo lo que se encontraba en la nevera de casa. Menudas broncas me había llevado por vaciarla tras invitar a algunos amigos a merendar.
Ahora pienso con nostalgia en aquella época donde me juntaba con Toni y Joan en el circuito de motocross que nosotros mismos habíamos montado cerca de casa. Ir con la moto a hacer el cabra era una de mis pasiones. Un modo de desconectar y pasarlo en grande.
La primera moto me la compré con diecisiete o dieciocho años, era una preciosa KTM blanca con el asiento rojo y unas franjas azules y blancas en las aletas delanteras.
No fue un regalo, esa moto me la gané a pulso. Cuando le dije a mi padre que no quería seguir estudiando, no le sentó bien. Él quería que sus hijos tuviéramos una carrera, por ello trabajó muy duro y luchó toda su vida. Pero se limitó a decirme que, si no quería estudiar, entonces debería trabajar, que quería que aprendiera el valor del dinero. En el fondo se lo agradezco, porque de no haber sido así estoy convencido de que, con el tiempo, no habría hecho el acceso a la universidad para mayores de veinticinco años y estudiando Ciencias Políticas.
Aunque jamás ejercí, siempre me había gustado estar enterado de lo que ocurría a mi alrededor. Miraba las noticias con mi padre y, a veces, debatíamos sobre cómo veía cada uno el mundo. Supongo que cursé esa carrera porque me pareció interesante y un modo de tener una visión global del mundo en el que vivía.
En fin, que tras la charla con mi padre acepté su decisión y, cuando vino a casa diciendo que me había enchufado en una oficina de la Caixa, acepté mi destino. El trabajo no estaba cerca, tenía una hora y media de camino: tres cuartos de hora en autobús y otros tres cuartos de hora en metro hasta llegar a Hospitalet.
Empezaba a currar a las ocho de la mañana, así que tenía que levantarme a las cinco cuarenta y cinco para coger el único autobús que salía de Caldes a esa hora y tomar el de las tres de la tarde para llegar a casa a las cinco. Una paliza, sí, lo reconozco, pero en aquel entonces yo me sentía feliz, porque en cuanto llegaba tenía mucho tiempo libre para disfrutar con mis colegas.
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¡Sí, quiero! Pero contigo no
RomanceAntes que te decidas a embarcarte en este libro tengo que confesarte una cosa: ¡Esta historia es real! 😱😱😱 Sí sí, como lo oyes, esto pasó de verdad, una novia 👰♀️ pasó su luna de miel 🏝 sola. ¿Te lo puedes creer?🙊 Esa es la misma cara que yo...