La preparación del festejo comenzó apenas volvimos del viaje, del que me quedaron muy pocas fotos porque casi no usamos los celulares que nos servían muchísimo para manejarnos con el mapa en una ciudad tan distinta a la nuestra.
No iba a negar que extrañaba sentir la calidez de mi hogar y la privacidad con la que vivíamos, lo primero que preparamos fueron las invitaciones que enviamos por correo a cada casa invitada.
"Acompáñanos en un día muy especial para festejar nuestro amor, te esperamos el 14-03-2022. Necesitamos que te vistas de negro, vengas con ganas de comer y algún regalo.
- Lola y Pedro".
Nadie podía creer que nos "comprometimos", no lo contamos para esperar que les llegue las cartas instantáneamente. Hicimos todo rápido pero disfrutando el proceso, cada detalle tenia su significado haciéndome sentir muy cómoda.
Diseñamos nuestra vestimenta nosotros mismo y la mandamos a hacer, quedaron tal cual las queríamos.
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Mi vestido tenia una tela que se estiraba a la perfección para que el bebe este lo más cómodo posible. Dudamos mucho por la fecha de la fiesta pero decidimos que este era el mejor momento, ya estaba de nueve meses y me costaba demasiado vivir el día a día. Necesitaba que ese maldito bebe nazca lo antes posible.
El reloj marcó las ocho en punto, la noche hizo su aparición y yo termine de maquillarme; por supuesto, hicimos todo solos. Puedo divisar a Pedro por el espejo en el que estaba colocándome la sombra.
- Sin duda sos la mujer más hermosa del mundo - me dice levantándome de golpe de la silla para dejarme muy cerca de él - ¿Cuanto falta para que llegue la gente? - su pregunta viene acompañado de una segunda intención y lo entiendo cuando noto algo golpeándome la cintura, claramente era su bulto.
- Una hora exactamente - noto que deja besos húmedos en mi cuello y yo me muerdo el labio - Pedro, estoy demasiado embarazada como para hacer algo en este momento - me agotaba con solo caminar.
- Una hora es suficiente, y, no hace falta que hagas nada - se acerca a la puerta del salón y la cierra con llave, estábamos en el medio del lugar que habíamos alquilado - Veni - me ordena y ayuda a sentarme en la mesa principal, la que sería nuestra en minutos.
Me abre las piernas y sube mi vestido, agradezco que no tengo que sacármelo. Las luces del lugar se movían de diferentes colores al igual que mis pensamientos recorriendo mil momentos; su lengua y dedos se movían habilidosos dentro de mi y yo solo podía dejar algunos gemidos ahogados. Me relajo por completo, nose ni cuanto tiempo pasó pero estoy por llegar a mi punto culmine.
- ¿Que onda? Seguro no están todavía - escucho la voz de alguno de los invitados mientras más que una persona toca la puerta, siento que mi corazón se escapará de mi boca y veo la cara de Pedro apareciendo por mi vestido.
- Vamos a tener que empezar la fiesta, anda al baño a mojarte la cara - no quiero ni imaginar lo alborotada que me siento - Te debo el orgasmo para el after party.
- Te tomo la palabra.
La noche sale tan mágica como yo pensaba que sería, cuando era pequeña soñaba con una boda de película. Esta es mil veces mejor. Ver a mi familia, nuestros amigos, gente que realmente quiere lo mejor para nosotros con muchísimo amor.
Mostramos un vídeo con anécdotas y fotos, los invitados se reían más de lo que yo pensaba. No tenía hora pero supongo que son aproximadamente las tres de la mañana; todos estaban borrachos menos yo y por eso estamos bailando desenfrenados en la pista.
- Lola, ¿Te tiraste la gaseosa? Ni si quiera estas en pedo vos - me pregunta Robleis y yo río con su ocurrencia - Enserio boluda - grita entre la música.
- ¿Que decís? - miro mi vestido impecable y sigo sin darle importancia.
- ¿Que es esto? Wtf - habla Martín y yo giro, todos miraban para abajo así que los seguí. Había un charco en el suelo, en ese preciso momento siento mis piernas mojadas y un dolor enorme en el vientre.
