❧ XXV

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Capitulo 25: Aprendiendo a amar.

El sentimiento de alivio se apodero de mi cuerpo, el bienestar era total y me di cuenta que hace tiempo no me sentía de esa manera. Entendí que el hablar con pedro era muy necesario para mi salud mental y la de la relación, no nos costo entender que íbamos a tener un hijo pero esa acción conlleva una responsabilidad enorme. Este bebe iba a tener la familia estable y amorosa que cualquier niño merece.


- Vamos a ser muy buenos papas - me dice Pedro casi leyéndome la mente, se habían hecho las ocho de la mañana y nosotros todavía no dormimos - Para el amor de mi vida - pronuncia y me alcanza porciones de pizza que sacamos de la heladera, su torso estaba desnudo y me encantaba volver a verlo así. Habían pasado unas semanas desde que volvimos a la costa y me entere de todo, en ese tiempo estuve viviendo en casa de mis papas y habíamos mantenido contacto 0.

- Tenemos que cambiar nuestros horarios para dormir y estamos perfectos - él asiente mientras se acuesta a mi lado - Te extrañaba mucho, nunca llore tanto como estos últimos días - le confieso y nos reímos, volví a sentirme en casa. El aroma de nuestro departamento, la rutina que elegíamos hacer todos los días y la mente en paz.

- Yo me la pase escribiendo canciones y pensando como mierda hacer para tenerte denuevo, fue muy difícil Lo - su voz se quiebra y me doy cuenta lo fácil que es ponerlo sensible si se trata de nosotros dos - No pienso dejarte ir, con el susto del accidente hace unos años y ahora esto..

- No me voy a ir - le susurro y su agarre es cada vez más fuerte - Con vos aprendí lo que es el amor.

- Yo creo que sigo aprendiendo como amar - noto como nuestra habitación sigue tal cual la habíamos dejado, no sacó absolutamente nada. Nuestras fotos pegadas a la pared o hasta algunas pinturas que habíamos hecho intentando decorar sofisticadamente la habitación - Construimos tanto en la vida del otro.

- ¿Y pensar que todo empezó con una cuenta de Instagram de nudes no? - le pregunto y nos reímos, cortando con tanta dulzura. Como yo siempre fuí.

- ¿Como pensabas no enamorarme así si me mostrabas el cuerpo más lindo de todo el universo? - sus manos comenzaron a pasearse sobre mi y yo me estremecí, hacía mucho que nadie me tocaba; solo él sabe hacerlo. Sería muy raro estar con alguien nuevo.

- Si empezamos así ya sabemos en donde va a terminar - le advierto sintiendo mi feminidad mojada a la par que los besos húmedos acarician mi cuello.

- ¿Queres que termine ahí? Si no tenes ganas paro, avísame vos - mi respiración era más pesada y mis ideas se nublaban, paseaba su lengua por mi pecho. Me agarre de las sabanas - ¿Paro? Respondeme Lola.

- N-no - menciono como puedo y me mira sonriendo.

- Así me gusta.


Es lo último que menciona antes de bajarme la bikini para hacerme acordar lo bien que la pasaba con él. Sus dedos se movían con tanta agilidad que no tenía ni fuerza para gemir, su mirada estaba clavada en mis expresiones pero yo solo me podía concentrar en lo bien que se sentía esto. Junto fuerzas para avisarle que voy a llegar al orgasmo cuando para de hacerlo.


- ¿Que haces? - le respondo más ofendida que nunca y él se ríe, se deja caer el bóxer y rebusca en la mesita de luz del lado izquierdo, la que le correspondía a él - Pedro.

- Aprendimos la lección de la mala manera - ríe mientras se pone el preservativo y lo miro incrédula - Quiero que acabemos los dos a la vez - se posiciona para quedar arriba y yo me acomodo.

- Es lo más romántico que me dijeron nunca.

nudes ; pedritovmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora