❧ XXVIII

314 8 0
                                    


Capitulo 28: Mi para siempre.


Una vez que pisamos Vondelpark gracias a recomendaciones de otros turistas, buscamos estar lo más alejados posible de la gente y nos sentamos. Mis pies dolían después de una caminata demasiado larga, llevábamos más de una semana visitando esta hermosa capital y nos enamora cada día más. 

El viento movía mi pelo descaradamente y yo respiraba ese aire que llenaba mis pulmones, juro que el oxígeno acá es muy diferente. Noto como Pedro se mueve en frente mio rebuscando en la mochila y en pocos minutos saca una bolsa, yo río sabiendo de lo que trata.


- La cantidad de drogas que probaste en estos días es increíble - le digo entre risas mientras analiza cada uno de los hongos que compramos en un local hace unos minutos. Nos sigue costando entender que es todo legal, en Argentina tenemos que escondernos hasta para fumar porro.

- Vos lo decís de envidiosa Lola porque no podes probar - me daba intriga pero no quería hacer sentir culpable al bebe,  acaricie mi vientre que ya tenía forma - ¿Sabías que ya estás de tres meses masomenos? - siempre mantiene la cuenta - Ya tiene 6 centímetros.

- Cada vez menos para que se sepa el sexo - él niega mientras comienza a masticar el primer hongo y yo casi por inercia le paso el agua, se que tendrá sed.

- No seas ansiosa, acordamos que no lo íbamos a saber hasta que nazca - esa decisión la tomamos hace un tiempo y me parece perfecta. 

- Me alegra que tuvimos la posibilidad de viajar una última vez juntos, no todos los padres jóvenes pueden hacerlo.

- Hablando de eso - alarga la última letra y yo temo, no tengo ni idea con que va a salir esta vez - Creo que entre tanta caminata lo olvidaste, feliz día de los enamorados - saca de su espalda una carta de color roja y mis mejillas se tornan de ese mismo color. Puedo notar como sus manos temblaban.

- Estoy demasiado olvidadiza - confieso lo obvio - Feliz catorce de febrero - abro el papel.


"Desde la secundaria con cuentas falsas hasta formar una familia.

Lola, mi constante sostén e inspiración para todo lo que hice desde que tengo diecisiete años.  La mujer que llego a mi vida para pintarla de un millón de colores, a la que siempre quiero escribirle canciones y cartas pero se que le da vergüenza. Como ahora que debe estar roja.

Cada día que despierto con vos al lado confío más en la decisión que vine pensando por años. Confió en el sabio universo al que le agradezco cada día por unirnos. 

Te voy a amar para toda la vida, ninguno de los dos cree en esto así que pienso hacerlo a mi manera. Lola, necesito que vuelvas a la realidad y mires lo que tengo para darte"


No quería mirarlo y continué actuando que leía por un tiempo más, no estaba segura de lo que vería cuando levante la mirada pero sabía que no estaría preparada. Mis ojos se cristalizaron y una lagrima cayo en la hermosa carta, espero no haberla arruinado.

Mis manos temblaban, el sol del atardecer nos golpeaba mientras que el pasto se movía al ritmo del viento. Era la imagen más perfecta que tuve oportunidad de vivir. Respiro profundo y me animo para poder verlo; se veía tan indefenso, era la primera vez que sus ojos expresaban duda. Estaba sentado de la misma forma que estuvo siempre pero en su mano derecha sostenía una pequeña caja negra; más y más lagrimas se derramaban mientras que él sonreía como un niño. 


- Lola ¿Queres ser mi para siempre? - había sacado el anillo, era muy delicado y tenía unas pequeñas piedras rosas incrustadas. Era cuarzo, mi favorito. 

- Obvio que quiero - digo como puedo entre lagrimas, nunca nos gusto la idea de un casamiento tan formal y esto se sentía con nuestra esencia, era nuestro pequeño momento. Para nada cliché en una plaza como cualquiera - Te amo, gracias por ser lo que siempre soñé de chiquita - nos abrazamos tan fuerte y sentido, mi vientre tocaba el suyo y yo cerraba los ojos con fuerza.

- Esta pateando - me avisa entre lagrimas, siente el bebe a través de la ropa. Debe estar demasiado emocionado - Creo que quería estar en el momento, tendría que haber esperado unos meses más - reímos a la par y siento una felicidad tan grande que podría explicar.

- Me parece que los hongos  te pegaron mal ¿Seguro que queres esto? - bromeo cortando con tanta emoción mientras me pone el anillo, encajaba perfecto.

- Te prometo que quiero, en cualquier situación diría que sí. Ahora vamos al hotel que tengo que hacerte pasar la mejor noche de tu vida.

nudes ; pedritovmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora