❧XXII

1.5K 129 69
                                        


Capitulo 22: Anunció importante

Me levanto y suspiro enojada al darme cuenta que estábamos en nuestro departamento, Pedro me convenció a volver y odio aflojar, sinceramente nose si fue la mejor idea pero mucho no podía pensar y menos en ese momento, tenia demasiadas cosas que se me pasaban por la cabeza cada puto minuto. Me doy media vuelta para ver a mi novio pero falle al ver la cama vacía, me estire bastante y levante rápidamente, hoy seria un largo día.

Mis pies desnudos caminan por el frío suelo de manera perezosa hasta llegar al comedor, en donde veo nuestra mesa repleta de cosas, para ser exactos, dos jugos de naranja exprimidos, tostados, algunas facturas y fruta. Sonrío al ver a Pedro saliendo de la cocina con una sonrisa mientras secaba sus previamente sucias manos. Me siento en una de las sillas y el me copia colocándose en la de enfrente.

- Nose si exagere con la comida pero ahora tenes que alimentarte el doble - me dice seguro - Leí un Artículo en Google. - me dio ternura su última aclaración.

- ¿Queres ser un padre responsable que te pusiste a leer? - le pregunto y el asiente - Mejor.

- Se te nota re nerviosa por hoy - le doy la razón mientras mastico un pedazo de tostado con jamón y queso - Yo creo que mis papas pueden llegar a reaccionar mal pero pensa que tu mamá ya sabe, una menos.

- Es que ya hablamos de esto y nos advirtieron que nos cuidáramos - sueno arrepentida y claro que lo estaba.

- Lo hicimos siempre - habla el luego de tomar un poco de jugo - Solo que esa noche se descontrolo todo.

- ¿No le tendríamos que decir a Martin? - pregunto sonando débil y él mueve rápido sus manos.

- Eso después, ahora concentrémonos en hablar con nuestros papas que son el mayor reto.

Terminamos de desayunar mientras charlábamos de cosas random, lo único que queríamos era distraernos de esto, tenia que admitir que pasar tiempo con el era una de las mejores cosas de la vida, siempre sentí que estábamos predestinados a estar juntos.

Luego de ordenar un poco la casa y alistarnos, el timbre retumbo en el departamento avisándonos quienes llegarían y fuimos a abrir. Creo que mis nervios eran notorios porque las miradas que me dirigían eran de inseguridad, no entendían que pasaba. Ellos trajeron Mc Donald's que hace mucho no comíamos asi que lo hicimos con gusto, nose si los antojos se tienen desde tan temprano estado de embarazo pero así lo siento yo.

- ¿Estas bien Lola? Te noto apagada y me preocupa un poco - pregunta la madre de Pedro, siento como la mano del chico me aprieta el muslo y comprendo que es hora de hablar.

- Nose si apagada pero sorprendida capaz - agarró la mano de mi novio que descansaba en mi pierna y la apretó, nuestro sudor se mezcló - Les tenemos que decir algo.

Todos sabemos que ellos se lo ven venir, las caras eran de puro terror y podía hasta jurar que estaban pálidos. Mientras mi madre me miraba con una sonrisa de lado, nose si estaba feliz por nosotros pero sin ella todavía ni si quiera lo supiera.

- Estamos esperando un hijo - Pedro lo suelta sin previo aviso y yo empiezo a temblar nerviosa - O hija, no sabemos todavía.

- ¿Esto es una broma o es verdad? - pregunta su padre y yo saco el test de embarazo de mi bolsillo, todo el día hacíamos jodas y era normal que se la tomen como una más - Nose que decir.

- ¿Vas a abortar no? - la señora sonaba seca y yo niego rápidamente - No pueden tener un hijo.

- Y yo no puedo permitir que el amor de mi vida corra el riesgo de morir en un aborto clandestino Mama ¿Que tenes en la cabeza? - se para de la mesa enojado y yo intento tranquilizarlo, podía sentir el nudo en la garganta.

- Esos son los riesgos que hay que correr si van por la vida cojiendo sin forro, nose que me esperaba de dos pibes con mentalidad de 15 - mis ganas de contestarle eran tan grandes que se me hacía imposible ignorarlas.

- Que ironía que nos digas inmaduros a nosotros cuando usted misma está diciendo puras giladas. Vamos a tener al bebé quieran o no, es nuestro y principalmente mi cuerpo.

Sin decir una palabra mas los dos se retiraron dando un portazo, Pedro se dio media vuelta para mirarme y corrió a abrazar mi débil cuerpo. Mis ojos se mantenían cerrados y quería llorar, pero no de tristeza sino bronca por lo mal que reaccionaron.

- ¿Y si hacemos joda en casa hoy para olvidarnos de este mal rato? - me pregunta mi novio y yo asiento como una nena pequeña, si que sabe como levantarme el humor.

nudes ; pedritovmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora