──Señorita Park...──Señorita Park...
──¡Señorita, Roseanne Park!
Gritó el señor Cleveland pegándole un manotazo a su escritorio y me desperté de golpe un poco asustada. Toda la clase clavó su mirada en mí y dejé escapar un suspiro, ¿por qué me está sucediendo ésto? ¿por qué me estoy quedando dormida en todas partes? Lisa me hizo una ceña de preocupación mientras me señalaba a lo lejos en busca de respuestas. En literatura moderna no nos sentábamos juntas porque el señor Cleveland determinó que le arruinabamos la paz interior a los poetas actuales con nuestras conversaciones personales y nos veto por todo el semestre. En definitiva tenía razón y ese día odie a Lisa porqué no paraba de hablar de la goma de mascar que llevaba un chico en su cola de caballo a la hora del almuerzo.
──¿S-Si señor? ─inquirí dudosa.
──¿Le aburre tanto mi clase como para tomarse una siesta precisamente cuando estoy hablando de George Orwell? ¡Uno de los autores más representativos de la literatura inglesa del siglo veinte! ─bufó con desesperó y me sentí avergonzada por tener que pasar por está situación.
──Mi intensión no era esa señor Cleveland... usted más que nadie sabe el respeto que tengo por los escritores, es solo qué... ─intenté excusarme lo más rápido que pude.
──Manténgase en silencio, no me interesan sus excusas. ─se adelantó a decir. ──Mencioné dos obras del autor.
No lo había leído demasiado pero si recordaba dos o tres que precisamente él había mencionado en una ocasión como reseña personal por lo identificado que se sintió.
──Rebelión en la granja y la más conocida e icónica por su trascendencia y significado, 1984. ─sentí mis mejillas arder. Lisa sonrió ladino y giró su cabeza en dirección a nuestro maestro como reto.
──Muy bien, excepcional como siempre, sin embargo... ─agache la cabeza. ──Es una irrespetuosa, así que salga ahora mismo de mi clase.
Demandó señalando la salida y asentí apenada para luego disponerme a recoger mis pertenencias. ¡Como detesto ser señalada por cualquier cosa o simplemente ser el centro de atención negativamente en algo que adoro demasiado! Tomé todas mis cosas y salí del auditorio en silencio. Claramente no me iba a perder la clase así que me quede afuera sentada intentando oír la plática excepcional de un veterano apasionado por la ficción distópica como lo es Francis Cleveland, mi maestro.
Tomé nota de todo lo que alcance a oír con energía y varios minutos después la puerta del auditorio se abrió comenzando a dejar a la vista a mis compañeros y con ellos a mi maestro, quien antes de irse me dio una mirada decepcionante. Suspiré con vergüenza mientras me ponía de pie. Lisa siempre era la última en salir porque siempre se tomaba demasiado tiempo empacando todo en su mochila y arreglándose un poco antes de abandonar cualquier clase.
──Estoy completamente segura de que anoche te vi dormir temprano, ¿qué pasa? ─preguntó aferrándose de mi brazo derecho dando inicio a nuestro camino por el pasillo.
──No sé que me ocurre. Anoche dormí antes de la hora de siempre precisamente porqué me sentía muy cansada, pero al parecer no me sirvió de nada porqué continuo con sueño y sin energía. ─fui lo más sincera posible.
──Vamos a hacer varias cosas... la primera es que te comprare un café doble antes de irnos a estudiar a la biblioteca o no duraras una hora. ─dijo con sorna y negué riendo. ──Y la segunda, es que definitivamente iremos a ver a un médico, Rosie. ─paré en seco.
──No, Lisa... definitivamente no haré lo último.
──Te llevaré aunque sea a rastras, has estado muy decaída últimamente. ─se cruzó de brazos mientras hacia una pose autoritaria. Con su cara sería y firme imponía bastante, no obstante, aún así...
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Mi Sangre |Chaesoo
FantasyNo todo lo que piensas que es real, realmente lo es. Lo inimaginable a veces es lo más imaginable y aquello que te hace sentir un pálpito de calor en el corazón es el comienzo del verdadero significado de tú vida. Date la oportunidad de ver más allá...