Yera se detiene en el porche de la casa y luego baja de la camioneta ofuscada, entonces inmediatamente lo hace Hyeri corriendo tras ella.
──Mi amor... ─Hyeri la abraza por la espalda entre lágrimas. ──Por favor no actúes de está manera conmigo, me duele.
──Sueltame. ─le pide Yera en un gruñido bajo, sin embargo mi amiga continúa con su agarré. ──No quiero que me toques. ─le pide en voz alta.
──Mi cielo, por favor hablemos, te lo suplico. ─su llanto sale con brío.
──No quiero hablar contigo y ya detente de llamarme así. ─Yera retira las manos de mi amiga de su cintura con delicadeza y la encara. ──No eres más que una mentirosa. ─la fulmina con la mirada.
──¿Q-Qué? N-No, mi amor, escúchame. ─le pide Hyeri muy descompuesta mientras intenta tomar su mano.
──¿Para qué? ─Yera da un paso atrás de las intenciones de mi amiga. ──Me mentiste en la cara mientras me contabas esa historia arreglada de tu padre... ─Yera aprieta sus manos con fuerza. ──Le faltaste a mis sentimientos cuando accediste a estar con alguien más, mucho más cuando ese tipo te beso porque lo vi yo misma. ─su voz sale entrecortada, luce tan triste. ──¿Desde cuándo me engañas, Hyeri Lee?
──No mi cielo, no hubo ningún beso, te lo juro. ─Hyeri se apresura a explicarle. ──Él lo intentó pero eso no pasó. ─logra tomar a Yera por las mejillas. ──Estoy contigo, te quiero a ti y no puedo estar con nadie más, por favor, créeme. ─varias lágrimas le inundan las mejillas.
Yera se aparta de ella con delicadeza y clava su mirada con furia en un grupo de lobos que al parecer se están riendo bajo uno de los árboles cercanos.
──No quiero verte más, déjame sola. ─sentencia Yera dando un fuerte brincó que la convierte en una hermosa y enorme loba de pelaje blanco frente a nuestros ojos, acto seguido comienza a correr hacia el bosque con rapidez.
Vaya, es increíble.
──¡Yera! ─le grita mi amiga entre lágrimas. ──¡Yera, escúchame! ─Hyeri sale a correr detrás de ella sin importarle que sea de noche y que la brisa pegue fuerte.
──¡Hyeri, espera! ─grita Lisa. ──¡Te vas a resfriar!
Nuestra amiga no se detiene y toma exactamente el mismo camino que tomó Yera perdiéndose en el bosque.
──Ella va a estar bien, esos son nuestros terrenos así que vamos a estar cuidándola todo el tiempo. ─nos asegura un chico rubio que está cerca a la entrada de la casa.
──Muchas gracias. ─respondo entre suspiros.
──Mucho gusto, luna. Soy Marco ─hace una leve reverencia y mis mejillas arden por la vergüenza.
──G-Gusto en conocerte. ─le digo con timidez y luego lo veo desaparecer frente a nosotras.
──Que situación... ─suspira Lisa. ──Me siento culpable por haberle mentido a Yera, pero es que Hyeri también tenía un poquito de razón en sus deseos. ─toma mi mano dirigiéndome a la entrada. ──Dejemos que Hyeri intenté solucionarlo a su manera. ─asiento a sus palabras, me parece lo mejor. ──Las mentiras nunca son buenas y nosotras somos cómplices, así que voy a entender que Yera nos odie luego de eso.
──Yera no es esa clase de persona, está muy ofendida y molesta, pero a pesar de ello siempre ha sido muy dulce. ─digo firme. ──A pesar de que estaba muy enojada, no fue brusca con Hyeri en ningún momento, ni siquiera cuando le retiró las manos de su cintura.
──Sí, eso es verdad.
──Rosé... Lisa. ─dice Jihyo junto a Nayeon acercándose a nosotras. ──Bienvenidas.
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Mi Sangre |Chaesoo
FantasyNo todo lo que piensas que es real, realmente lo es. Lo inimaginable a veces es lo más imaginable y aquello que te hace sentir un pálpito de calor en el corazón es el comienzo del verdadero significado de tú vida. Date la oportunidad de ver más allá...