~|章54|~

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Pitido tras pitido y celebración tras celebración el equipo femenino se pone a la cabeza logrando con ello que la energía en el lugar aumente sin igual, es tanta la emoción que incluso muchos de los profesores han venido a presenciar el juego.

──Esa chica es una roca. ─grita una desconocida a mi lado señalando a Jennie y Lisa gira su rostro sin disimulo alguno mientras enarca una ceja con molestia.

──La otra chica es guapísima... sin duda es muy sensual, mira nada más ese abdomen. Su físico es sin igual. ─afirma su compañera y mi cara arde de celos mientras repito la acción de mi mejor amiga.

──Claro que se vale admirar, porque jamás la podrás tocar. ─sentencia Lisa con supremacía y las chicas ruedan los ojos. ──La correa puede no ser visible pero ese cuerpecito ya tiene dueña y esa soy YO. ─prácticamente lo grita enérgica, a lo que ambas desconocidas la fulminan con la mirada. ──Por eso no quería que Nini viniera aquí porque no puedo controlar los malditos celos, su belleza es excesiva para el poco control de los mortales. ─suspira llevándose las manos al cabello.

──Créeme que ahora te entiendo más de lo que piensas. ─afirme inhalando profundamente volviendo a concentrarme en el partido con la mera necesidad de observar a mi preciosa novia.

Un punto más para el equipo femenino y las chicas se ponen a la delantera por cinco puntos. El sudor se hace presente en las jugadoras pero a pesar de ello lucen muy motivadas y sonrientes. Esté partido más allá de no ser oficial supone el respeto y el reconocimiento para ellas como mujeres, aunque eso es algo que no deberían luchar demasiado sino más bien recibirlo de primera mano como iguales, sin embargo, en el mundo de los neandertales hombres es difícil mantener la equidad.

Veo a la capitana sonreírle a Jisoo y luego chocar la mano con Jennie cuando pasa corriendo por su lado luego de hacer una cesta y me emociono. Me gusta ver a Jisoo tan conectada en los roles humanos porque me hace sentir mucho más cerca de ella. Las mellizas están disfrutando el momento, al igual que yo y los demás espectadores que amenazan con quedarse sin voz por la gritería en sus ánimos.

──Uuuuuhhhh.

El alarido grupal por parte del equipo femenino se hace sentir con emoción cuando el juez se lleva el silbato a la boca dictaminando el final del partido. Todas las chicas se abrazan halando a las mellizas a ellas, Jennie sonríe, sin embargo mi Jichu se ve algo incómoda al respecto. Aún es demasiado pronto para poder acercarme ya que los asistentes de las gradas se apresuraron a bajar a felicitar a las chicas. El equipo masculino gruñe y pelea entre sí con mucho enojo, por mi lado me pongo de pie junto a mi mejor amiga entre aplausos a la vez que intentamos acercarnos a nuestras parejas, sin embargo, ellas están rodeadas por varios estudiantes quienes les preguntan mucha cosas, incluso creo que también les están pidiendo su número de contacto.

──Rosé. ─llama mi nombre mientras toca mi hombro y en medio de un suspiro agotado giró mi cuerpo encontrándome con Magreb. ──Te ves...

──Magreb, ¿qué necesitas? ─pregunte con frialdad.

──Te ves diferente. ─afirma mirándome de arriba abajo. ──Ya no eres la de antes, tu cuerpo...

Cállate idiota.

──Sí no hay nada más, me retiro. ─corto su intentó de hágalo con una contestación simple y firme.

──Espera. ─me toma del brazo y mi entre cejo se frunce al sentir su fuerte agarre allí. ──Queria disculparme contigo. ─dice viendo al suelo a la vez que toma la tela de mi hoodie halandome un poco más hacia él pero no cedo y me planto en mi lugar con cautela. ──No debí hablarte como lo hice la última vez, me porte como un patán contigo y no lo merecías.

Mi Sangre |ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora