~|章93|~

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¿Hipnotizada?

¿Deslumbrada?

No sé como responder a esa pregunta honestamente, mucho menos cuando no he dejado de sonreír y suspirar mientras observó a mi novia a mi lado.

Hace unos instantes ella se movía por la cocina de forma experta, lenta, cuidadosa y tan diestra. No solo me impresionó aquella habilidad culinaria que creí que no tenía, sino que también me dejó anonadada su gracia y elegancia.

Jisoo no me permitió levantarme un solo instante mientras preparaba la comida, por consiguiente, también me permití admirar su decoro en poner la mesa, pues todo relucía impecable y, tan agradable a la vista que sencillamente se me dibujaron corazones en los ojos.

Quería abrazarla y llenarla de besos por absolutamente todo.

Una vez terminó, ella misma se dirigió a mi madre y, luego de pedirle su permiso empujó su silla de ruedas y la guió al comedor.

Al ver esa escena mi rostro se iluminó y claramente sentí ganas de llorar a medida que las observaba intentar establecer una relación, porque verdaderamente anhelaba aquello desde que sentí que Jisoo me gustó de verdad.

Mi chica me estaba haciendo completamente feliz con todos sus detalles, tan solo el hecho de venir junto a nosotras me había hecho volverme adicta a su amor gracias a su enorme esfuerzo.

El momento era sumamente afable; todos charlaban brevemente y mi madre se veía muy contenta, sobre todo en el momento que le acerqué un trozo de carne a la boca, pues sus gestos de gusto me indicaron que realmente era de su total agrado.

Jisoo preparó un estofado qué ciertamente me cautivó por su olor y presentación; al parecer a todos parecía gustarles porque comían muy animadamente, por ende, quise llevarme una cucharada a la boca también.

Al ver mis intenciones, mi novia sutilmente llevó su mano izquierda a mi muslo por debajo de la mesa mientras fijaba su mirada en mí en espera de mi reacción, sin embargo, en cuanto obtuve esa explosión de sensaciones y sabores exquisitos en la boca, agarré su mano con fuerza por lo increíblemente delicioso que estaba.

──¿Te gusta? ─me preguntó en un susurro.

──¿Gustarme? Me encanta, mi amor. Así como tú. ─no pude evitarlo, porque es verdad.

Jichu sonrió ladino mientras frotaba mi muslo ligeramente.

──Jisoo, ¿no vas a comer? ─mi madre la observó con angustia. ──Hija, sirvele un plato.

──Pierda cuidado, señora Park. Estoy bien. ─respondió Jisoo mientras tomaba una porción diminuta de comida y la llevaba a su plato. ──Ya me disponía a comer, gracias.

──Las gracias te las debemos todos a ti. De verdad. Gracias por esté detalle tan considerado. ─agregó mi madre. ──Debes decirme cuál es tu plato favorito y me asegúrate de cocinarlo para ti la próxima vez.

Jisoo no respondió nada, tan solo se limitó a hacer una reverencia y tomó los palillos en su mano; la ví tan dudosa ante comer un bocado qué sencillamente tomé su mano y, evite que lo hiciera a la vez que le brindaba una sonrisa comprensiva.

El resto de la cena continúo con algunas miradas curiosas sobre mi novia que no pude ignorar por lo evidentes que eran, sobre todo algunas miradas dispuestas entre ella y Shawn realmente extrañas.

──¿No comes? ─Shawn se dirigió a Jisoo con seriedad. ──No haz probado bocado.

──No tengo apetito. Algo me quitó las ganas de comer. ─respondió Jisoo con frialdad mientras le sostenía la mirada.

Mi Sangre |ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora