~|章78|~

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Nosotras... nosotras simplemente somos muy jóvenes e inexpertas para algo tan explícito, torcido y despiadado.

En el tiempo que pasamos juntas en la biblioteca todo fue silencio total, mientras afirmabamos o sencillamente intentábamos no dejarnos llevar por los malos pensamientos del exterior o procurabamos sentirnos atraídas y traumadas al respecto.

No quería pensar mucho pero me era inevitable, y la palidez de Hyeri sencillamente nos traía de vuelta a la tierra por momentos como una sensación de realidad demasiado cruda.

No fue hasta que la tarde llegó y el atardecer se asomó, que supimos que ya habíamos pasado largas horas allí intentando buscar consuelo y olvidó entre los libros.

Quería ver a Jisoo, pero a la vez no, e imaginar demasiado me hacía sentir fatal y en suplicio horrendo, pues imaginarme la sangre y la tortura sencillamente me provocaban arcadas, de verdad la amo tal cual es, pero imaginarmela lastimando a alguien hasta llegar a provocarle suplicio y dolor es insoportable, es así que espero que no haya tenido que hacer demasiado, aunque sé que sus palabras fueron claras y cada quien pudo haber hecho muchas cosas, quiero creer que ella no fue más allá de dar órdenes.

Instantes después la puerta se abrió dándoles la bienvenida a nuestras amadas, allí de pie, estoicas y con una mirada decaída.

──Hey. ─dijo Jennie mientras observaba a mi mejor amiga, lastimosamente Lisa no se inmutó y optó por quedarse en su posición sin querer mirarla un segundo.

Al rato levanté la mirada sintiendo como Lisa apretaba mi mano, no obstante por el contrario a lo que pensé, las mellizas no traían ninguna muestra de violencia o rastro de sangre por ninguna parte, todo lo contrario, lucen muy pulcras y aseadas, al igual que Yera, consiguiendo calmar a mi mente y a mi corazón desbocado.

──Les trajimos la cena. ─afirmó Yera con una sonrisa tímida mientras ingresaba lentamente con un carrito de comida.

Hyeri, quien siempre ha tenido un apetito voraz, simplemente negó en su lugar con incomodidad.

──Gracias, pero no tenemos hambre. ─dije cohibida mientras sentía como mis amigas se apachurraban a mi helado cuerpo.

──Sigh. ─Jennie suspiró profundamente mientras tomaba asiento frente a nosotras al igual que lo hizo Yera, por otro lado, Jisoo no dijo nada, tan solo limitándose a mirarme con frialdad mientras tomaba asiento al lado derecho de su hermana. ──Tenemos que hablar.

──¿De qué? ─preguntó Lisa en voz baja mientras jugueteaba con mis dedos.

──Podrían por favor tomar asiento y vernos a la cara. ─dijo Jennie con molestia. ──No les estamos pidiendo algo extraordinario, sencillamente queremos hablar como adultas.

Al momento Lisa levantó la mirada luciendo roja como tomate, seguramente molesta. Seguidamente se levantó del suelo con incomodidad y tomó asiento en el sofá de mala gana ocasionando que Jennie frunciera el ceño.

──Roseanne. ─mencionó Jisoo con voz grave, entonces sencillamente me limité a levantarme despacio y ayudar a Hyeri a ponerse de pie.

──Mírame a la cara y dime cuál es la causa de tu molestia, Lalisa. ─Jennie luce completamente seria y su voz enojada me pone los pelos de punta.

──Nada. ─respondió mi mejor amiga apartando la mirada.

──Nada. ─repitió Jennie rodando los ojos. ──No solo te lo voy a decir a ti Lisa, sino a ustedes también porque estoy muy descontenta con sus actitudes. ─frunció la punta de su nariz haciendo una mueca. ──Si es tan difícil para ustedes entender nuestra situación personal y como líderes, simplemente diganlo alto y claro y acabemos con ésto de una vez. ─ella enfocó su mirada disgustada en Lisa. ──Podemos ser unos monstruos si es que piensan así de nosotras y ya no nos vamos a sentir mal al respecto, porque lo que en realidad importa aquí y te lo he dicho varias veces, Lisa. ─gruñó. ──Sí realmente no estás conforme como vivo y con lo que soy, haré lo que sea por hacerte libre.

Mi Sangre |ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora