~|章38|~

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Pov: 3 per.





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"Para que una estrella nazca debe suceder una cosa: una nebulosa debe colapsar.

Así que colapsa.
Esa no es tú destrucción.

Es tú nacimiento."


──Tiene una herida negra y muy oscura en el abdomen.

Afirmó una de las vampiras de la manada mientras dejaba con cuidado en la enorme mesa a un lobo compañero.

La batalla retorno una vez más, está vez con mucha más fiereza luego de que en la última batalla, Stefano asesinara a uno de los hombres lobo más jóvenes, hijo de uno de los líderes de una manada enemiga, lo que llevó a que las manadas adversarias, decidieran optar por acceder también al apoyo de las brujas que desempeñaban la magia negra como lo llevaba a cabo aquél feroz y principal enemigo de las Kim Krijane, desencadenando que las brujas aliadas en la manada tuviesen que esforzarse mayormente por suprimir aquella magia maligna e impura.

──Recuestalo aquí. ─le pidió la gran matriarca Agnes, una de las más ancianas y aún sobreviviente, nieta de una de las primeras aliadas de Ángel.

Las jóvenes descendientes se acercaron a ella y afirmaron sus manos unas a otras en busca de la obtención de una esencia pura y limpia para interceder hacia el puente que las unía con la energía natural y celestial del mundo.

──Ésto es diferente.

Le informó la amable anciana al grupo, y en ése preciso momento entró Sabina siendo seguida por sus sobrinas de ahora doce años y medio.

──¿Qué ocurre matriarca? ─le preguntó Sabina con preocupación al ver el estado del hombre que gritaba pidiendo ayuda en la enorme mesa.

──Por más que intentamos suprimir la magia negra, es inútil porqué se está esparciendo rápidamente por todo su cuerpo. ─una mancha negra comenzaba a esparcirse a mucha velocidad por su abdomen hasta casi cubrirle el pecho. ──Es como si se tratará de una infección que le evitará regenerarse. ─explicaba Agnes mientras una ola de energía blanca se esparcía por el hombre lobo, aquél que no podía dejar de jadear y gritar a causa del dolor. ──Debemos investigar ésto más a fondo. ─hizo una pausa. ──Por ahora tan solo podemos ayudarlo a descansar.

Las manos de la anciana, al igual que las de todas las descendientes se tornaron negras a causa de la magia negra que acaban de absorber del cuerpo de aquel hombre.

Algunas de las más jóvenes se desmayaron por el esfuerzo, quedando en pie las más experimentadas y adultas, por lo que Jennie y Jisoo se apresuraron a tomar en brazos a las jóvenes justo antes de que cayeran al suelo, posteriormente las llevaron a una habitación cercana a descansar, por otro lado, Sabina sintió el pavor de luchar contra lo desconocido por primera vez, puesto qué sí la matriarca Agnes lo clasificaba dentro de su basta experiencia como un incógnito en el camino, nadie más podría lidiar con ello, pues la anciana ya había curado extraños sortilegios con anterioridad provocados por brujas negras enemigas de otros clanes con éxito, no obstante, al verla rendirse, a ella no le quedó de otra que aceptar las limitaciones de la magia blanca.

La matriarca liberó al hombre del agonizante dolor y, luego tomó asiento agotada en un taburete cercano.

──La bruja que esté haciendo ésto debe ser alguien muy poderosa y también llena de oscuridad al haberse sumergido en el mundo de las sombras. ─la albina se agachó al nivel de la anciana mientras se aseguraba de que se encontrará bien. ──En un próximo ataque, debemos hallarla y asesinarla o de lo contrario ninguno de los integrantes del clan podrá salir con vida, señora.

Mi Sangre |ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora