~|章91|~

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No pude controlarme lo suficiente mientras veía hacer hasta lo posible al personal médico por estabilizar a mi madre.

──Lo que le está pasando a la señora Park, no solo es algo médico. Hay algo más en su cuerpo. ─agregó Lisa mientras corría hacia la habitación.

En mi lugar me estaba muriendo lentamente al ver como todos se esforzaban incansablemente.

Entonces vi a Lisa allí, colándose de alguna manera sin ser percibida por nadie. Por ende, supe que era muy grave porque ella no suele usar toda su fuerza si no es necesario. A mi mejor amiga se le iluminó el cabello y los ojos mientras su energía cubría el cuerpo de mamá, mientras el equipo médico aún continuaba trabajando; nadie veía allí a Lisa, parecía que ella era invisible e imperceptible para su vista y para sus sentidos.

Por orden de la médico, las enfermeras comenzaron a ayudarla a extraer el tubo endotraqueal que tenía mi madre. Al parecer intuí que algo estaba sucediendo en relación con su capacidad respiratoria. Una vez lo extrajeron, rápidamente le abrieron la boca y entonces una bola oscura, recubierta de pelusa y mugre fue ascendiendo de su boca gracias a la ayuda de los dones de Lisa.

Entonces, el equipo médico finalmente logró estabilizar a mi madre y el sonido proveniente del monitor de signos vitales comenzó a cesar lentamente, así, el cuerpo de mamá dejó de agitarse y finalmente me regresó el alma al cuerpo.

──Mamá... ─giré mi rostro y Lisa ya se encontraba a mi lado hablando por teléfono. ──Necesito que vengas al hospital, ahora. ─demandó con seriedad. ──Algo le ocurrió a la señora Park y no se trata de algo médico.

A aquello Lisa me miró fijamente y mi cuerpo se estremeció, porque sé que hay algo más detrás de todo esto.

──Lisa... ¿mi madre estará bien? ─inquirí ansiosa, pero ella no respondió enseguida. ──¡Dime! ─levanté la voz.

──Por ahora... pero no sé qué podrá pasar después. ─afirmó entre suspiros. ──Desconozco esto. ─fijó su mirada en la bola oscura cubierta de pelusa. ──Es la primera vez que veo algo así, por eso le pedí a mi madre que viniera.

Me llevé una mano al pecho con suma urgencia y nerviosismo.

──¿Qué es eso? ─pregunté mientras me acercaba a ver de cerca esa bola oscura a la vez que me retiraba las lágrimas del rostro.

──¡No lo toques! ─me soltó un regaño repentino que me hizo estremecer. ──Lo lamento por gritarte. Tan solo no te acerques a esta cosa antes de que mi madre nos diga de qué diablos se trata.

Simplemente asentí en silencio para volver a concentrar mi mirada en esa pequeña habitación. La escena era calma, pero no me dejaba menos tranquila, así que en cuanto pude y me dieron el permiso, ingresé a la habitación de mi madre y tomé su mano.

──Quiero que tengas esto. ─me retiré el brazalete que reposaba en mi mano y se lo puse a ella en la muñeca. ──Es un regalo muy especial, así que por favor cuídalo tú por mi para que te mantenga más estable, mamá.

Al terminar me recosté en un pequeño espacio libre de la camilla mientras le acariciaba la mano y, veía aquella joya de Neda relucir en mi madre.

Luego de eso me sentí sumamente debilitada, sin energía alguna y con un cansancio extremo, por lo que al pasó de los segundos no pude evitar cerrar los ojos y quedarme dormida.

No supe exactamente cuánto tiempo permanecí de esa manera, lo que conllevo a que el dolor en mi cuello en mi cabeza me despertara aun sosteniendo la mano de mamá aferrada a la mía.

Suavemente me fui levantando, le dejé un pequeño besito en la cabeza y me retiré de allí en cuanto una enfermera ingresó y me pidió salir. Entonces me encontré con todos mis amigos allí reunidos en mi espera, entonces les di un abrazo rápido y luego sencillamente quise ir a cambiarme, así que tomé la bolsa de las manos de Hyeri y me dirigí al baño, esta vez sin compañía alguna porque quería seguir llorando allí adentro por todo.

Mi Sangre |ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora