Ay, ay...
Esta sensación de opresión en mi cabeza es sumamente dolorosa. Mis párpados se contraen con fuerza. Es como si llevara puesto un casco demasiado pequeño y el acero me rozara las sienes y la corona sin pudor, uno que se va cerrando sobre mi cabeza con cada respiración y que se clava con fuerza en mi frente. Esta presión es constante y provoca que no me concentre en nada más salvo en el dolor y...
──Carajo...
De inmediato, mi despertar fue como un choque brutal contra la realidad y un encontronazo con la luz que provocó que frunciera el ceño; es como si hubiera sido arrancada de un sueño sumamente profundo e increíblemente reparador, pero también punza en mi cerebro como si fuera una aplanadora que hace diminuto cada pensamiento que siquiera pudiera llegar a formular con anterioridad.
Cubriéndome levemente los ojos, traté de incorporarme en la cama, pero la sensación era insoportable, como si mi mente hubiera girado ciento ochenta grados de pronto y se encontrara atrapada en un vórtice de angustia y confusión. Entonces, una especie de nube oscura se instaló detrás de mis ojos, expandiéndose con cada respiración, obligándome a quedarme inmóvil mientras intentaba reencontrarme con las acciones que llevé a cabo y que ahora me abruman sin reparo.
Consecuentemente, logré abrir los ojos, encontrándome con el mismo color pastel claro en el techo que vi anteriormente cuando tuve a mi pequeña en brazos. Cada parpadeo que realizo es un recordatorio de la tormenta interna que ahora siento, haciendo que mi mente ruja y mi conciencia reproche todo mi comportamiento. Este dolor implacable no me deja pensar con la suficiente claridad, ni siquiera comprender por qué he despertado en primer lugar.
De pronto, mi mano izquierda se estira y me provoca un poco de dolor, pues hay algo que sobresale en mi muñeca y ha hecho que mi cabello se enrede allí.
¿Cómo es que no pude sentirlo antes?
Es el brazalete de Neda... es mi brazalete.
Sin duda alguna, el poder de la mente y los recuerdos puede llegar a ser el abrazo más cálido en los momentos de soledad, o bien, pueden despertar emociones tan profundas que terminan consumiéndote en tu propia fragilidad.
¿Por qué, de repente, tengo que recordar para entender, y al mismo tiempo, sufrir tanto en el proceso?
[No sé si esto sea una confesión o simplemente palabras que se van formando en mi mente y se desplazan rápidamente desde lo más profundo de mi corazón, pero así es. La relación que tengo con mi interior es una en la que, por fuera, parezco una roca, mientras que por dentro soy solo un espejo, esperando a que alguien se refleje en él y lo mantenga estable o simplemente lo rompa. Y entonces, todo florezca, y mis sentimientos fluyan como estas palabras, llenas de efusividad, pero también de oscuridad.]
[Cuanto más envejezco, más me sucede, y no puedo detenerlo... ¿será este el alcance de la madurez o, pronto, volveré a derrumbarme?]
Pero aquí está, el brazalete que pensé haber perdido mientras corría por mi vida en el bosque, en plena noche. Verlo de nuevo en mi muñeca me trae una paz inesperada, una sensación de calma que me hace sentir a Jisoo cerca, aunque no esté aquí...
[Siempre cuestioné una idea que alguna vez le escuché decir a alguien, en la que aseguraba: el ser humano siempre tendrá la necesidad de aferrarse a algo o seguir a alguien. La primera vez que lo escuché, me pareció ridículo, porque nunca he tenido un fanatismo demasiado profundo o celoso por absolutamente nada, y mucho menos había conocido el amor o experimentados sentimientos tan desquiciadamente fuertes como para cuestionármelo todo. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo, me tragué mis propias palabras y encontré razón en lo que aquella persona había dicho, por supuesto.]
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Mi Sangre |Chaesoo
FantasyNo todo lo que piensas que es real, realmente lo es. Lo inimaginable a veces es lo más imaginable y aquello que te hace sentir un pálpito de calor en el corazón es el comienzo del verdadero significado de tú vida. Date la oportunidad de ver más allá...