~|章117|~

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"No, Rosie.

No me pasa nada,
no estoy molesta ni mucho
menos te he juzgado.

Tus espacios y tus tiempos
siempre fueron muy
importantes para mí,
Lo que quiero decir,
es que lo respeto,
pero también es cierto
que te eché mucho de
menos porque nunca hemos
estado tanto tiempo
sin vernos o hablarnos
lo suficiente.

Está nueva etapa en
nuestras vidas
es distinta, pero al
mismo tiempo es
buena para nosotras,
claramente entiendo
que ya no podamos
estar tan juntas
como antes, aunque
para mí siempre va
a estar en pie nuestra
promesa de estar
juntas para siempre".


Esa noche me quedé hablando con Hyeri hasta muy tarde, básicamente conversando y hablando tranquilamente sobre su vida, dónde me contaba lo difícil que fue llevar su parto de manera natural, entre otras cosas elocuentes de la personalidad de Nia, quién sin duda alguna me hizo sentir muy frágil y sentimental por lo increíblemente bella y tierna que me pareció, por consiguiente, una vez llegó mamá por mí, tuve que despedirme y continuamos hablando por mensaje, hasta que el sueño me ganó y no le respondí su último mensaje.

De verdad me pone muy contenta que ella no estuviera molesta conmigo a pesar de que no le mencioné dónde me encontraba viviendo, en lo que insistió mucho, pero no quise decírselo porque no quería que nadie allí lo oyera.

Aún tengo miedo.

Diría que es miedo porque no sé cómo describir ese sentimiento o sensación que tengo dentro de mí cuando se trata de las Krijane, por esa misma razón tampoco le pregunté absolutamente nada más allá de ella misma y de la bebé porque no puedo, sinceramente no quiero saberlo, sí ya me aleje lo suficiente de todo eso, no quiero volver a ello a pesar de que mi sobrina esté inmersa en ese mundo al igual que su madre.

──De verdad es una niña hermosa, realmente hermosa... dan ganas de apachurrarla y llenarla de besos. ─afirmó mi madre mientras observaba todas las fotos que Hyeri me había enviado. ──Hija, por favor no alejes a Hyeri de nuevo, si te ha buscado todo esté tiempo es porque le duele mucho tu ausencia. ─me regresó mi celular en un suspiro. ──Se cautelosa, pero tampoco la ignores, cariño. Siempre han sido amigas desde niñas, así como también lo han sido con Lisa. ─me dejó un besito en la frente.

No le conté a mi madre sobre la relación de Yera y Hyeri, pero al parecer tampoco parece importarle demasiado el origen de la bebé.

Es increíble, no la había visto sonreír de esa manera tan enamorada antes.

──Estoy tan contenta por Hyeri, seguramente se debe sentir increíble ahora que está viviendo está nueva etapa en su vida. ─se sirvió un vaso de jugo de fresa y luego me acompañó a la mesa.

──La bebé tiene casi cinco meses. ─le di un pequeño mordisco a mi tostada. ──No me gusta llevar la cuenta del tiempo. ─confesé.

──Ojalá pudiera cargar a la bebé un rato. Que suerte tiene Su. ─agregó mamá y solté una risita. ──Si hubiera sabido que con la edad me sentiría de está manera, tal vez me hubiera especializado en pediatría.

Definitivamente solté una carcajada mientras la veía suspirar.

──Mamá... ─la tomé de la mano y le dejé una leve caricia ahí. ──Me gusta más el trabajo que tienes ahora, al menos ya no te ves tan cansada y podemos pasar más tiempo juntas.

Mi Sangre |ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora