Capítulo 1

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África

Estoy tranquilamente en mi clase de matemáticas resolviendo un problema, cuando alguien toca la puerta.

—Pasa—Dice mi tutora Katia, mientras borra la pizarra—Entonces entra un señor:

—Katia, es urgente, Oliver está llamado a todo el curso en el gimnasio—Dice apresurado. ¿Qué querrá el director?

—De acuerdo, gracias por avisarnos—Le responde ella y el hombre se marcha— Bueno, chicos ya habéis escuchado, así que vamos tirando hacia el gimnasio

Siendo así, todos nos levantamos y empezamos a salir de la clase.

Yo voy en una escuela de un prestigio bastante alto, es un instituto privado. La mayoría de las personas que van conmigo, tienen familias que gestionan empresas. Por lo tanto, son personas ricas. Y eso quiere decir que aquí todos—la mayoría—son pijos, cosa que no me gusta mucho. Por el simple hecho de que no soy muy buena socializando con gente de este tipo.

Al salir de la clase me pongo al lado de mi mejor amiga Akila, le miro y noto algún cambio en su apariencia. Ella es una persona bastante alta, de piel morena, ojos marrones muy oscuros y el pelo bastante largo de color negro. Me doy cuanta de que se ha hecho un piercing en la nariz, es bastante pequeño, así que no lo noté de seguida.

—¿Te has hecho un piercing en la nariz?—Le pregunto.

—Sí, ¿Te gusta?

—Obviamente. Te queda genial

—Gracias

—Oye, ¿Sabes por qué el director nos ha llamado tan urgentemente?—Le pregunto a ella, ya que era la delegada de la clase.

—La verdad, ni yo lo sé, pero tengo una mínima idea de lo que puede ser

—¿En serio? ¿Y qué puede ser?

—No lo sé con certeza, pero creo que nos darán alguna información sobre nuestra graduación, por el hecho de que queda poco para que terminemos la secundaria y bueno también para celebrar nuestro baile de graduación

—Es verdad, seguramente será algo que tenga que ver con eso

Cuando al fin llegamos hasta el gimnasio, entramos por la puerta. El sitio ya está casi lleno, todos están hablando entre sí, con sus amigos y compañeros. También me fijo que hay una especie de escenario en el centro del gimnasio. Nos informan de que aún queda una clase por venir, así que tenemos que esperar.

Yo me quedo con Akila. De hecho ella y yo somos amigas desde que éramos niñas, aproximadamente cuando teníamos unos 10 años, fuimos a la misma primaria y secundaria, es increíble el tiempo que llevamos juntas.

—Oye África, voy a saludar a una amiga de la otra clase, espera aquí un momento—Me avisa ella antes de irse cerca de una chica rubia con el pelo muy corto echado hacia un lado, con ojos azul celestes.

Esa chica, cuando la ve y le da un abrazo muy fuerte. Yo me giro hacia otro lado, me siento tan sola, como si estuviera fuera de lugar. Sinceramente, no me molesta que Akila fuera a hablar con otra persona, pero me siento sola sin ella.

Estoy sumergida en mis pensamientos, cuando de pronto alguien me empuja por detrás haciéndome caer al suelo. 


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