Capítulo 14

29 8 4
                                    

África

He dormido muy a gusto, pero aún quedan muchas horas. Me aburro mucho. Se me acaba de ocurrir que quizá mi nueva amiga Jade, quiera hablar conmigo.

—Jade, ¿Podemos hablar?—Le pregunté a ella, que estaba mirando por la ventana.

—Sí, ¿Qué pasa?

—Nada, que me aburro.

—Bueno ¿Qué quieres hacer?

—No sé, que tal si me cuentas algo que te guste hacer.

—Bueno, pues en ese caso ¿Porque no me cuentas algo tú?—Lo dice sonriendo. Así que acepto su trato.

—Pues, aparte de leer, también me gusta dibujar y escribir

—¿Escribir?

—Sí, tengo un diario en el que escribo todo lo que me pasa cada día. Aunque hace días que no escribo. Lo he traído aquí.

—Es buena idea

—Lo sé—Le digo con una sonrisa.

—África ¿Te puedo preguntar algo?

—Adelante

—¿El curso pasado...estabas aquí?—Ya sé que lo que quiere preguntar es que si sé sobre la pelea. No sé porque la gente piensa tan mal de Mateo. 

—Jade, el hecho de que esté con Mateo no tiene nada que ver por lo del curso pasado. Sí, sé lo que paso, la pelea, pero no tiene nada que ver.—Ella me mira, parece avergonzada. Aparta la mirada. Y no dice nada más. Y yo hago lo mismo. 

El viaje al final no se me pasa tan lento, nos han dado comida unas 2 veces, tambien he leído bastante, he visto películas y también he dormido. 

En realidad no se me está pasando tan largo como pensaba en un principio.

Ahora mismo solamente queda media hora para aterrizar. Mis sentimientos despiertan; nerviosismo, felicidad, emoción y un montón de sensaciones más.

Pero en este instante, la voz resuena por todo el avión;

—Señores pasajeros, nos quedan justo 30 minutos para aterrizar, pero se han producido grandes turbulencias, por favor os rogamos que no cunda el pánico y os sentéis en vuestros asientos con los cinturones puestos—La voz que dice esto me deja loca, "turbulencias", una palabra que me deja fuera de lugar.

—Jade, ¿Qué hacemos?—Le pregunto a ella.

—Tranquila, solo son turbulencias, relájate. Ellos están preparados para esto.

—Ya, pero...

—Relájate.

Respiro hondo, mantengo la calma. Y así de pronto el avión comienza a moverse de una manera muy extraña, las turbulencias son muy grandes. Me estoy mareando mucho, siento miedo, esto no va a terminar bien.  

Todo se vuelve oscuro.

Estamos SolosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora