Capítulo 41

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África

1 SEMANA MÁS TARDE

Día 7 de marzo

Hoy han pasado muchas cosas. Resulta que mis amigos, mi nueva familia me prepararon un regalo para mi cumpleaños, el mejor regalo de mi vida; palabras. Pero el regalo top del cumpleaños me lo dio una persona que no esperaba ver el resto de mi vida. Sí, MATEO. MATEO ESTA VIVO. Cuando lo vi, allí delante de nosotros...Fue un sentimiento que nunca tendré de nuevo. Ahora me iré a dormir, porque mañana nos espera un día muy largo...

Día 9 de marzo

Ayer fue...Quería escribir todo esto ayer, pero no pude...Demasiadas cosas importantes pasaron ayer....Muchas cosas.

Primero de todo descubrí junto a Mateo la historia de Daisy, la ayudamos pero al ayudarla Mateos se acordó de su pasado...Después vino el caos total, Mateo y Axel se pelearon de nuevo pero para saber la verdad....Es decir ayer descubrimos la verdadera historia sobre la pelea....Y también sobre el crimen de Jade.

Pero fue ayer, 8 de marzo, que las cosas encajaron a la perfección, todos los dilemas, los problemas del pasado...Todo se resolvió y todo se volvió a la normalidad. Incluyendo el haber perdonado a Jade. Las cosas ya están muy bien. 

Día 14 de marzo

No puedo estar más feliz. Las cosas van de lujo. Sé, de lujo. Todos estamos muy unidos, ya no hay secreto alguno. Todos saben sobre la verdadera historia de la pelea entre Mateo y Axel. También tienen conocimiento sobre lo de Daisy. Y sobre todo, saben el triste y oscuro de Jade. Pero no hay rencor. Todos le hemos querido dar una segunda oportunidad. Y la verdad es que no nos arrepentimos en nada. Jade, es una persona con una gran personalidad, y todos sabemos eso.

Nuestros días en Darían, están muy bien, es decir, contando con que estamos en la selva más peligrosa del mundo, unos chicos de secundaria, solos, que tienen que buscar de todo para sobrevivir, lo estamos llevando bastante bien. 

De todas las cosas malas, siempre hay algo positivo, y aquí en mi situación, es la gente con la que comparto mi desgracia. Sí, las personas. Unas personas que hasta hace poco eran desconocidos, pero en muy poco tiempo se han convertido en mi razón para vivir.

—Te veo muy concentrada—Escucho una voz familiar, y alzó la cabeza. Sonrió

—Un poco sí—Mateo se sienta en mi tronco, al lado mío.

—¿Es un diario?

—Sí

—¿Y qué escribes?—Pongo los ojos en blanco

—¿Mateo, cuantos años tienes? En un diario se escribe lo que haces en tu día a día—Él me mira con una sonrisa, qué miedo me da.

—¿Estás segura de que se escribe siempre lo que haces en tu día a día?—Le miro con mucha confianza.

—Sí

—¿Segura, segura?

—Sí

—¿Segura al 100%?

—Sí...

—¿Tu día a día, eh?

—Sí...No. Alto—Me pongo de pie (supongo porque me dejo llevar mucho por mis emociones)—Ya no estoy tan segura...—Él suelta una carcajada al ver mi cara de cofunción—¡Mateo!—Me quejó y me vuelvo a sentar.

—Perdón, perdón—Se disculpa todavía riendo.

—¿Sabes que unas disculpas tienes que ser sinceras? Si me pides perdón cuando te estás partiendo de risa...Pues...—Eso hace que se vuelva a reír con ganas. ¡Vaya chico!

—Vale, ahora sí...perdón...—Pero se vuelve a reír.

—¿Sabes que no es normal pedir disculpas y luego volver a herir a la persona?—Cuando se calma me responde:

—Yo no hago eso—Dice al mismo tiempo que respira hondo y se lleva una mano en la barriga—Me duele la barriga—¡Ah, normal!

—¿Cómo no te va a doler después de reírte como un ventilador estropeado?—No entiendo como puede volver a reírse aún diciendo que le duele la panza—¿Mateo, todo bien?—Sonrío, la verdad es que me lo pasó muy bien siempre con este pelirrojo loco.

—África, tus ejemplos no siempre son los mejores—Se tranquiliza.

—¡Ey! Mis ejemplos los halaga mucha gente...

—Tengo mis dudas la verdad...—Sonrío, porque es verdad...

—¡Eh! ¡Vosotros, los chavales que se ríen por tonterías!—Escuchamos esa voz llamándonos, y por instinto nos miramos con terror ¿Quién estaba escuchando nuestras conversaciones? Nos giramos a la vez hacia la voz, y nos encontramos a unos ojos verdes mirándonos con diversión.

—¿Qué haces espiándonos, Axel?—Pregunta Mateo, levantándose del tronco.

—No os estaba espiando, estoy aquí intentando llamaros la atención desde hace tiempo, pero vaya, que estáis en vuestro mundo—Se ríe. Y Mateo pone mala cara.

—¿Y bien?

—Ryan, quiere hablar con todos

—Pues, vamos ahora—Digo al mismo tiempo que cojo mi diario y paso por delante de ellos. Me giro y pongo los ojos en blanco—¿Vamos?

—Sí, sí—Dice Mateo y Axel se ríe—Nos empanamos un poco.—Sonrío y los tres entramos a la cueva.

Estoy muy feliz. 

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