Estamos Solos

Capítulo 57

Axel

Volvemos a cambiar de turnos, y vuelvo a mi posición inicial de dirigir a todos con el mapa, Jade vuelve a ubicarse a mi lado, me hace gracia porque me sigue a todas partes, parece un cachorrito. Ese pensamiento me hace reír de la nada mientras la miro. Ella se gira y dirige su mirada hacia mí.

—¿Todo bien? ¿Por qué te ríes de la nada?

—Porque pareces un cachorrito que no para de seguirme—Ella desvía la mirada y se sonroja como si estuviera avergonzada

—Perdón—Hace ademán de volver hacia atrás, pero la detengo cogiéndole de la muñeca.

—Era broma—Sonrío—Tampoco me disgusta—Ella sonríe

—Valeeeeee—Dice alargando la "e" mientras se coloca otra vez a mi lado.

—Pronto anochecerá—Digo mirando hacia el cielo

—Sí... Creo que es mejor buscar un lugar donde pasar la noche—Asiento porque tiene razón. Le propongo la idea a Ryan y como espera la acepta.

—Creo que lo que dicen Axel y Jade es cierto, lo correcto será buscar un sitio para pasar la noche—Todos están de acuerdo, por eso intentamos no seguir y buscar algún refugio. 

Dentro de poco, localizamos tres árboles gigantes que están justos, no es lo mejor, pero más no podemos pedir, además nos servirá para apoyarnos y dormir un rato.

—Lo mejor será hacer turnos de guardia, que dos se queden vigilando, mientras los seis restantes descansen un poco, y cada hora se cambia de persona ¿Qué os parece?—Propone Ryan.

—Es una idea muy buena—Opina Mateo y todos asienten.

—De modo que seré el primero en hacer la guardia y los otros podéis dormir—La sonrisa de Ryan es sincera, aunque se nota el cansancio

—No, Ryan, yo hago la primera guardia—Digo, él va a negarse, pero Max se le adelanta.

—Sí, Axel tiene razón, yo también haré la primera guardia con él

—Pero...

—Que sí, que sí, ya sabemos tus sermones de "soy vuestro líder" —Dice Max poniendo una voz aguda. Eso hace reír a las chicas y Mateo—y todo eso, pero tío, tienes una cara que da miedo—Hasta Ryan suelta una leve carcajada

—Está bien... Pues en ese caso...—Va a dar una orden, supongo que en como nos distribuiremos para las guardias, pero Max le empuja desde la espalda con las dos manos, llevándolo hacia los árboles, donde nuestras maletas ya se encuetran allí.

—Ah no, ni se te ocurra a dar otra orden y hablar, tienes que dormir ya, pesado. Me ocupo yo de los turnos—Ahora él se gira hacia nosotros—Mnm... Mateo... tú harás la guardia con Ryan, si no te importa claro... África y... Ada... Sí, Ada ¿Podéis hacer vosotras dos la tercera guardia?, ... Jade y Daisy... ¡Ah! ¡Qué complicado es esto de organizar!—Todos sueltas carcajadas ante la expresión de Max.

—Está bien así, Max—Le consuela mi mejor amigo, mientras que él sonríe.

—¿Sí?

—Sí—Le confirma Daisy riéndose todavía.

—Está muy bien así, Max, creo que ya sé quién será mi sustituto perfecto en un futuro—Dice Ryan con una sonrisa.

—¡Ni de broma!

Después de unas cuantas risas y peleas amistosas, todos deciden descansar. Yo y Max nos sentamos en el suelo hablando de nuestras cosas.

Echo de menos a mi familia, sí, pero...

Dejar a estos amigos, con los que he compartido mil cosas...

Duele, y mucho.

Pero quiero volver a casa.

Y estoy seguro de que eso haré, eso haremos.

Nosotros 8, juntos llegaremos a nuestras casas.