Capítulo 52

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Mateo

Como África no puede caminar, hemos decidido, yo y Axel acompañar a Jade para buscar comida. 

—¿Es suficiente?—Pregunto a Jade. Ella asiente. 

—Es la primera vez que vengo tan lejos—Nos hace saber ella.

—¿Lejos?—Pregunta mi mejor amigo.

—Sí, normalmente yo y África intentamos no ir muy lejos, por lo peligroso que es este sitio

—Oh

Pasado casi 10 minutos caminando un ruido nos llama la atención. No es un ruido de un puma, es más como un ruido de algo estropeado. Axel y yo nos dirigimos una mirada significativa: ¿Qué es y de dónde proviene ese ruido? Nos acercamos en silencio poco a poco hacia el sonido. 

Proviene de detrás de unos arbustos. Me acerco y aparta las hojas, hasta encontrarme un Walkie Talkie de color negro junto a una hoja. Cojo las dos cosas, Axel me roba de las manos el aparato de negro que hace un ruido raro, mientras que yo abro la hoja doblegada. Está bastante arrugada, y tiene un color amarillo que nos da la imagen de algo antiguo. Jade sigue inspeccionando el trasto. 

Al abrir la hoja, me quedo mudo. No puede ser. 

—¡¡¡¡Es un mapa!!!!—Grito, girándome hacia ellos dos. 

—¡¿Qué?!—Preguntan los dos a la vez. 

Contemplamos el mapa entre los tres, intentando saber si nos puede ayudar a salir de esta selva.

Salir de la selva. Casi parece mentira.

Axel, quien tiene el mapa en las manos, levanta su vista. Sorprendido.

—Hay una buena noticia y una mala—Antes de que diga algo, él continúa—La buena es que es un mapa de Sudamérica que nos muestra un poco de América Central. Podemos salir de aquí, sí. Pero la mala noticia es que o sabemos donde estamos, es decir, solo sabemos que nos encontramos en la Selva Darién, pero desconocemos en que parte. 

Hay un silencio.

—Por ahora, vamos a consultarlo con todo el grupo. De allí encontraremos la salida

—Tienes razón Mateo

—Siempre la tengo—Sonrío. 

¿De verdad podemos volver a casa?

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