África
La cadena que me ha dado Axel, es de Mateo. Me la pongo al mismo tiempo, junto a la que me regaló Liam. Ya tengo dos collares. Importantes colgando de mi cuello; uno de Liam y otro de Mateo.
Creo que mi cumpleaños no ha sido del todo un desastre. Quiero volver a la cueva y escribir en mi diario. Pero cuando estoy avanzando pasos, Axel me detiene.
—África no
—¿Qué pasa? Quiero irme a buscar mi diario para escribir
—Pero aún no hemos terminado de recoger flores
—Pero si ya estamos cansados—No entiendo lo que le pasa. Pero entonces mi mirada cae sobre alguien, es Ryan—¡Ryan!—Exclamo. Y no sé porque Axel suspira con alivio.
—Hola, África
—Ryan, Axel esta raro
—Lo normal—Ríe. Hago lo mismo—Bueno, África, Axel. Os venía a llamar porque tengo que hablar de algo. Con todos. Si ya habéis terminado podéis venir
—Sí, ya estamos. —Miro a Axel—¿Vamos?
—Supongo que sí—Me responde.
Nos estamos acercando a la cueva. Pero por alguna razón Ryan y Axel, corren. No entiendo nada. Los dos suben superrápido a la cueva. ¿Pero qué demonios les ocurre? Me pregunto a mí misma.
Es de día, parece que pronto atardecerá. Creo que pasamos mucho tiempo recogiendo flores.
Sin nada más que pensar entro a la cueva. Y lo que veo es...Es...No hay palabras para describirlo. La cueva está diferente. Hay el sofá de Max, y unas rocas al lado. Después, hay los cuadros que hicimos entre yo y Axel en las paredes. Y al medio de todo hay una especie de mesa rara, encima de eso hay una tiara de flores amarillas, junto a una cesta que está llena de frutas del bosque.
De pronto Axel y Ryan salen por detrás de una roca. Daisy y Max salen por detrás del sofá, Jade y Ada salen por detrás de otra roca. Y todos gritan a la vez:
—Feliz cumpleaños—Lo veo y no lo creo. Estoy muy sorprendida.
—Chicos, me habéis dejado sin palabras. Sois lo más—Todos corren y me abrazan.
—África, espera—Dice Ada al separarse de mí y de los otros, corre por esa tiara que está encima de la mesa. La pone encima de mi cabeza—Preciosa
—Muchas gracias. De verdad. Pensé que este año, mi cumpleaños sería el peor. Pero me habéis demostrado que sois... Ahora sí que puedo decirlo, sois mi nueva familia.
Todos nos abrazamos de nuevo. Es increible que aparte de Akila hubiera personas así de increíbles. Me siento genial cuando estoy con ellos. Ojalá Mateo estuviera aquí con nosotros. Pero no puedo estar desanimada aquí y ahora necesito estar muy feliz, porque mis amigos prepararon mi cumpleaños 16.
—África. Ponte delante de la mesa—Hago lo que me pide Ryan—Como no pudimos comprarte ningún regalo por toda esta situación. Hemos pensado en regalarte unas palabras que todos te dirán. Y que tienes que prometer acordarte siempre—Asiento. Todos se detiene delante de mí.
—África—Empieza a decir Ada—Quiero decirte, que estoy muy feliz por haberte conocido. Al principio creí que me caerías mal. Pero después de conocerte creo que eres una persona increíble. Felicidades, guapa
—Sigo yo—Dice Max—África te juro que nadie nunca te dirá que se ha arrepentido por haberte conocido. Vales mucho la pena
—Ahora me toca—Dice Jade—Creo que nunca conocí a una persona como tú, nunca pensé que me haría una amiga tan increíble como tú. Y como ha dicho Max, vales mucho la pena
—Creo que me toca—Dice Axel—Al principio, pensé que me caerías mal, pero ahora entiendo porque Mateo te quiso ayudar. Aunque no lo creas me has ayudado mucho. Has estado conmigo cuando perdimos a Mateo. Me has consolado en los peores momentos, y créeme una persona así como tú no se consigue tan fácilmente. Muchas gracias por todo África
—Sigo yo—Dice Ryan—Tú eres una persona en la que siempre podre confiar. Siempre me pareciste una de esas personas que ayudan a los demás. Y hoy todos estamos contigo celebrando tu cumpleaños por todo lo que eres y has hecho. Felicidades, África
—Yo...—Comienza a decir Daisy—No te conozco muy bien, pero espero que nos hagamos amigas. Me alegro de celebrar tu cumpleaños
—Chicos, creo que este regalo es más valioso que cualquier otro que me hayan regalado. Yo también os quiero
Nunca en mi vida pensé que las palabras podían superar toda clase de objetos. Estas palabras que mi nueva familia me ha dedicado son un tesoro. Los quiero, quiero a cada uno de ellos. Son...Mi familia.
Todos me cantan el feliz cumpleaños. Pero...cuando estoy a punto de comerme una valla...
Escuchamos un rugido.
No me lo puedo creer. Miro a Max.
—Max, ¿E...E...Ese ruido...no es de un p..p...puma...cierto?—Él me mira con terror.
—Chicos, creo... creo que viene hacia aquí un puma—Ada grita. Escuchamos ese rugido otra vez pero más cerca.
Todos nosotros nos juntamos, nos unimos en un rincón, acurrucados, cogiéndonos las manos unos a otros. Tengo miedo. Escuchamos unos pasos y un rugido de nuevo, parece que ese puma está subiendo las rocas.
Siento mucho miedo. Al fin se oye ese rugido muy cerca de nosotros. Cierro los ojos con fuerza y grito junto a Ada.
Es el fin de todo.
¿Voy a morir el día de mi cumpleaños?
Eso pienso, pero entonces Ryan habla
—Chicos...—Abro los ojos poco a poco, para ver lo que Ryan quiere decir.
Y lo veo. Veo que está delante de nosotros.
No es un puma. Es una persona.
Esa altura la conozco. Ese pelo naranja. Esos ojos verdes. Esa sonrisa.
Me quedo muda, al ver que no es un puma. Es...Es...Mateo.
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Estamos Solos
AdventureTodos alguna vez nos hemos sentido solos, un nudo enorme en nuestro interior, y un vacío que no para de hacernos daño. Alguna vez nos hemos preguntado; ¿Por qué nos sentimos así? ¿Por qué nos pasa esto a nosotros? ¿Cómo se puede curar?, miles y mile...