Mateo
Odio a Axel. Y saber que esta en mi grupo me pone de los nervios. Por una parte, pensé en no ir al viaje porque de verdad no quiero hacer actividades grupales con ese. Pero luego me di cuenta de que ese imbécil no puede arruinarme la diversión. Esa excursión sería la mejor de todas seguramente.
Pero dejando de lado el tema de Axel. Otra cosa que no me esperaba era que fuera verdad mi suposición sobre esa chica. Sí, esa misma chica con la que me choqué dos veces, África.
—Bien, ahora que nos conocemos más o menos—Comienza decir Ryan.—Me gustaría decir que, espero que nos llevemos bien.
—Igualmente—Dice esa chica África.
La voz de Oliver suena otra vez;
—Alumnos, por favor un poco de atención, ya he dicho todos los grupos. Espero que disfrutéis de este viaje, recordad que queda muy poco. Bien ahora podéis regresar a vuestras clases
—Entonces nos vemos el día en el que partiremos a nuestro viaje—Declara Ryan.
Todos asienten y comienzan a marcharse. Cuando esa tal África se gira para marchar, no pierdo el tiempo y me acerco a ella. Le toco el hombro con un dedo. No quiero perder la oportunidad de decirle lo que quiero.
Cuando ella nota que alguien le toca el hombro se gira y creo ver que se ha sorprendido.
—Hola, esto... al final nos ha tocado juntos—Ya sé que fue una manera muy cutre de empezar una conversación, pero hay algo que quiero decirle y no se me ocurre otro modo.
—Si...—Dice ella mirando hacia otro lado. Y luego a mí.
—Yo... te quiero decir una cosa, más bien te quiero preguntar algo.
—Adelante, ¿Qué quieres preguntarme?—Dice poniendo toda su atención en mí.
—Verás, ese día en el que me choqué contigo. Pues, cuando me hablaste...—Voy a decirle lo que quiero, pero una chica morena con el pelo oscuro y negro, nos interrumpe.
—África, te estaba buscando—Dice ella con los brazos cruzados y me mira con mala cara. Aunque siendo sincero ya estoy acostumbrado a que la gente me mire mal. Es de esperar, todo el mundo sabe que me metí en una pelea—Encima que no estamos en el mismo grupo, no te molestas ni en buscarme.
—Perdón Akila, estaba a punto de ir por ti, pero entonces—Y otra vez me mira—¿Qué quieres decirme?—Me pregunta.
—No, no era nada—Es mejor no hablar en este momento.
—¿Seguro?
—Sí, sí.
—Vamos África, tenemos clase—Dice su amiga, que si mal no escuché, se llama Akila.
—Voy, voy. Bueno nos vemos—Me dice con una sonrisa. Las dos se van alejando y entonces recuerdo que yo también tengo clase.
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Estamos Solos
AdventureTodos alguna vez nos hemos sentido solos, un nudo enorme en nuestro interior, y un vacío que no para de hacernos daño. Alguna vez nos hemos preguntado; ¿Por qué nos sentimos así? ¿Por qué nos pasa esto a nosotros? ¿Cómo se puede curar?, miles y mile...