África
—Adiós—Le digo al chico. Es bastante alto, pelo pelirrojo, ojos de un verde casi gris, la piel pálida y en su cara hay pecas. Nunca vi a ese chico antes. Pero me pareció muy majo.
—África—Me llama alguien. Cuando me giro, veo a Akila de brazos cruzados.
—Dime—Le contesto
—¿Qué rayos haces?
—¿Cómo?¿Yo?
—Sí, tú, ¿Porque estabas hablando con él?
—¿Con él?¿Te refieres a ese chico pelirrojo?
—Sí, me refiero a él, no deberías acercarte a ese problemático, es una mala persona, es de mala influencia, además podría hacerte daño.—Su respuesta me deja confundida.
—Akila, creo que te estás confundiendo.
—¿Yo, confundirme? No sé porque estabas hablando con él, pero recuerda lo que hizo el curso pasado.
—¿El curso pasado?—No entiendo nada.
—¡África! ¿En qué mundo vives?
—¿Pero, qué pasó el curso pasado?
—Dios mío, África, hasta personas de otros cursos saben de esto.
—¿Me lo piensas decir ya? Además, tú no decides con quién puedo hablar y con quién no.—Le replico.
—África, yo solo quiero protegerte. Ese chico, el año pasado se metió en una pelea donde hubo heridos. No se saben los motivos, pero lo que sí sé es que la persona con la que se peleó se llama Axel. —Cuando Akila termina de contar la historia, me quedo boquiabierta. ¿Cómo esa persona podía hacer semejante cosa?, es la pregunta que me viene a la mente. ¿Una pelea? Ahora sí estoy confundida.
—Yo... no sabía esa historia, solo hablé con él, porque me empujo sin querer y me caí al suelo.—Akila esta a punto de responderme pero de pronto una voz desde el micrófono nos llama la atención.
—Buenos días, alumnos, prestad un momento de atención.—La persona que sube al escenario que hay en el gimnasio con un micrófono, es el director del instituto: Oliver.
2 HORAS MÁS TARDE
—¡No me lo puedo creer todavía!—Chillo cuando salimos del gimnasio.
—¿¡Tú crees que yo sí!?—Me responde Akila, toda emocionada.
La noticia que nos han dicho en el gimnasio, es una locura. Todos los alumnos se han quedado impactados, incluyéndome a mí misma.
Cuando terminan las clases, voy literalmente corriendo a mi casa. Me paro frente a la puerta de mi mansión. Llamo al timbre y espero a que me abran y como lo normal la que me abre la puerta es Emily, ella, se podría decir es mi guardaespaldas, se encargaba de organizar mis extrasolares, también es la encargada de mi alimentación diaria...
Pero yo no la veo como mi guardaespaldas, yo la considero una segunda madre. Siempre me ha dado consejos y me ha ayudado en todo. Básicamente ella me crio, me conoce incluso mejor que yo misma. Es una persona muy importante para mí. Confío plenamente en ella.
Saludo a Emily, y voy directa hacia la sala.
Cuando entro, lo primero que veo es a mi hermano Liam.
Él es mi hermano menor, tiene 12 años. Es rubio, tiene los mismos ojos que yo, marrón muy claro. No es muy bajo—como yo—más bien es alto. Casi me llegaba a los hombros.
—¿Dónde está mamá?—Le pregunto sin saludarle, él me mira con el ceño fruncido y dice:
—Creo que tienes que repasar tus modales, ¿No crees?
—Cállate, y dime dónde está mamá.—Insisto. Él siempre me quiere molestar, es de esos hermanos a los que quieres dejar calvo.
—Está en su habitación.—Cuando me lo dice, voy disparada en dirección al cuarto de mis padres.
En cuanto estoy en frente de su habitación toco la puerta, y entonces entro. Veo a mi madre sentada delante de su tocador con Abby encima de sus rodillas.
Abby es mi otra hermana pequeña, ella era la cosa más adorable del mundo. Tiene 2 años. Ha heredado el rubio de mi madre igual que Liam, tiene los ojos marrones fuertes como mi padre.
—Mamá, no te lo vas a creer.—Me acerco hacia ella, dejo mi mochila encima de su cama y me siento junto a ella.
—¿Qué pasa?—Pregunta ella, mirándome.
—Pues resulta que ...—Estoy muy nerviosa.— ¡Nos vamos de excursión a Sud América! A Colombia para ser concretos. Para nuestro viaje de graduación.
Y allí esta, la noticia bomba. Nos dijeron, que iríamos a Colombia, por el viaje de fin de curso. Como pronto terminaríamos la secundaria, querían darnos uno de los viajes más impresionantes. Estaríamos allí en el mes de febrero, ya que no se recomienda estar allí en verano. E iremos por una semana. Haríamos actividades en grupos de 8 personas, pero los grupos los harían los profesores y ya nos advirtieron de que los harían mezclando clases, lo que significa que probablemente me toqué con gente que no conozco de otras aulas. Nos informaron de que el viaje sería de 7 días; el primer día empezará con nuestro viaje desde aquí, Manchester, hasta Sud América, en Colombia. Decidieron dejar el resto del primer día libre, porque estar más de 17 horas viajando en avión cansa bastante. Los siguientes tres días, se basarían en estar explorando algunas zonas con nuestros profesores, y hacer actividades con nuestros grupos. Y ya por el quinto día, nos dejarían a nosotros solos para pasear un poco por los alrededores de Medellín, que es donde estaríamos hospedados. El sexto día nos dejarían preparar nuestras maletas, y ya por la noche empezar nuestra vuelta a casa, y coger un avión para regresar a Manchester. Y finalmente el último día ya estaríamos de regreso.
Todo esto esta planeado con mucho detalle.
—Ya lo sabemos África, nosotros fuimos los que te autorizamos ese viaje y también lo pagamos.—Dice mi madre despertándome de mis pensamientos. Este viaje va a ser la caña. Eso es en lo único que puedo pensar ahora mismo.—África, hay otra cosa que te quiero contar.
—¿El qué?—Pregunto
—Es una muy buena noticia.
—Bueno, ¿Qué pasa hoy? Mi suerte está cambiando ¿O qué? En fin, dime.
—-Pues resulta que Daniel vendrá en dos meses.—Casi me caigo de la silla al escuchar esto. Daniel va a venir, no me lo creo.
—¿En serio? Pero es broma ¿No? Él me dijo que no podría venir este año.
—Bueno, en realidad no podía pero arregló un poco su horario y vendrá por una semana, a pasar tu cumpleaños aquí, que por cierto ¿Solo quedan 2 meses no?—Asiento, y empiezo a procesarlo todo.
Daniel es mi hermano mayor, tiene 22 años y se fue a Los Ángeles para trabajar. Hace más de un año que no le veo, dijo que se le hacía imposible venir a visitarnos en esos momentos. Él tiene—o tenía cuando le vi por última vez—el pelo de un marrón claro con ojos marrones fuertes, es bastante alto, y como hermano es lo mejor. Estoy pensando en él que no me doy cuenta de que Liam ha entrado.
—África, así que te vas de viaje, por fin estaré una semana tranquilo.
—Bueno aún me tienes que soportar un mes.
—África, cuando cumplas 16 años te regalaré un dibujo.—Me dice Abby. Le sonrió
Es cierto, pronto cumpliré 16 años.
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Estamos Solos
AdventureTodos alguna vez nos hemos sentido solos, un nudo enorme en nuestro interior, y un vacío que no para de hacernos daño. Alguna vez nos hemos preguntado; ¿Por qué nos sentimos así? ¿Por qué nos pasa esto a nosotros? ¿Cómo se puede curar?, miles y mile...