El grupo baja del coche, caminando hacia el interior de la casa, menos Sophia, que se queda anonadada con lo grande que era esta. Comparada con la suya, una caja de zapatos.
- Soph, ¿Vienes? -grita Georg desde el interior. Esta asiente y camina junto a ellos.
Llegan a una habitación donde todos empiezan a quitarse las camisetas. Rápido Sophia se tapa los ojos y se gira, sabiendo que tardarían nada en estar desnudos para ponerse el traje de baño.
- ¡Mierda! ¡Me había olvidado! -grita Gustav, que se cubre rápidamente.
- Soph, si quieres, puedes meterte en el baño de mis padres -habla Georg con tono de disculpa. Poco más y ni sus partes privadas eran un secreto para ellos.
Cierra la puerta del baño y procede a cambiarse rápidamente. Era un día caluroso y no podía esperar más para meterse en el agua y disfrutar. Poco después, abre la puerta con una sonrisa y descubre que está sola. Los demás habrán acabado antes y estarán ya en la zona de la piscina. Deja su bolsa junto a las de ellos y camina hacia donde se encontraban.
Allí se encontraban los 4, sentados mientras fumaban un cigarro en el borde de la piscina. En cuanto se dan cuenta de la presencia de la rubia, se giran a verla y lo que ven, no tiene precio.
Los ojos de los cuatro estaban clavados en ella, su caminar, su figura y hasta como el viento jugaba con su pelo.
Tom se quitó las gafas de sol que llevaba puestas, como si no pudiese creer que aquella chica era suya.
Toda suya.
- Hola -sonríe Sophia, llegando y sentándose junto a Tom, sacando un cigarro de la cajetilla.
- Eres increíble -se limita a decir Tom, que no apartaba su vista de su físico, embobado.
- Gracias -respondía tímida y sonrojada. Que Tom dijera esas cosas la ponía ciertamente nerviosa.
El resto despierta del trance en el que estaban y mantienen una conversación completamente paralela.
Tom y Sophia reían y sonreían sin parar.Cuánto necesitaban esto. Los dos, puesto que este último mes y medio había sido un poco caótico. De repente, el teléfono de la rubia suena, distrayéndolos.
- Voy a cogerlo, es mi madre -Tom asiente y esta se levanta, alejándose un poco de la zona.
- Sophia -habla su madre al otro lado- ¿Cómo estás?
- Hola, mamá -contesta esta, dando ligeras vueltas mientras- Estoy bien, hemos venido a la casa de Georg a pasar el día.
- Me alegro de que estés bien, pero me gustaría que volvieras a casa -Sophia rueda un poco los ojos al comentario- Te echo de menos.
Ella también echaba de menos a su madre, pero se sentía tan dolida de que tomara esa decisión sin siquiera consultárselo.
- Yo también, mamá -suspira- pero todavía.. No quiero -susurra. Escucha como su madre al otro lado toma una pausa para responder.
- Entiendo, pero creo que deberías darle una oportunidad -las palabras de su madre no podían estar convenciéndola menos.
- Dame unos días más -responde Sophia, ahora girándose para mirar a Tom, quien no le quitaba ojo, por más que solo estar hablando con su madre.
- Está bien -suspira a través del teléfono- pero no olvides que esta es tu casa.
No podía olvidarlo, no después de lo hace un día escaso.
![](https://img.wattpad.com/cover/341011372-288-k645585.jpg)
ESTÁS LEYENDO
FATE || Tom Kaulitz
RomanceLo que une el destino es tan fuerte que, tomes el camino que tomes y vivas lo que vivas, siempre te encontrarás con él de nuevo.