FATE || Tom Kaulitz

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Las ruedas del avión tomaban contacto con la pista de aterrizaje, haciendo que, pequeñas turbulencias sacudieran ligeramente a los pasajeros, dejándoles saber que habían llegado a su destino.

Sophia procede a quitarse el antifaz que se había forzado a llevar dado que, si no dormía durante el vuelo, era muy probable que tuviese jet lag durante un par de días, lo cual es extremadamente incómodo.

- Buenos días -habla Tom, sonriendo a su lado- ¿Has podido dormir?

- No -suspira esta, recogiendo sus cosas y metiéndolas de vuelta en su equipaje de mano- Y aquí ya son las 10 de la mañana.

- Intenta aguantar hasta por la noche -sugiere el de trenzas negras, poniéndose de pie- Vamos.

La pareja, junto al resto del grupo, abandona el avión siendo azotados por un fuerte viento, dándoles escalofríos. Se dirigen a los coches que están aparcados en la pista para recogerles, evitando así la aglomeración de gente en las puertas de embarque. El coche arranca y todos suspiran, agotados, 14 horas de vuelo es mucho trabajo para el cuerpo, sobre todo por el desajuste horario.

A pesar de lo cansados que estaban, se dirigieron hacia el estudio, dejando que, la seguridad que les escoltaba, llevasen sus maletas de vuelta a la residencia de los hermanos, para evitar tener que llevarlas una vez acaben la jornada en el estudio. Era importante que empezasen a componer y volviesen a la rutina, después de dos semanas en Europa, disfrutando de unas merecidas vacaciones. Tom era el que estaba más emocionado, teniendo en cuenta que gracias a Sophia, tenían una nueva canción que explorar; Him.

Esta todavía lo encontraba difícil de creer, algo que había escrito tenía la posibilidad de convertirse en una canción que tocará uno de los grupos más famosos del momento. Supone que es normal el tener miedo, teniendo que a la gente no le guste, a fin de cuentas, no era compositora, no estaba formada para ello y mucho menos tenía idea de lo que hacía, ya que su fuerte, era producción.

Ya en el estudio, los chicos se reparten por la habitación, quedando sentados con un café en la mano, tratando de mantenerse despiertos para hacer algo productivo y no perder un día más, ya que ya había fecha límite para producir un nuevo disco. Es un proceso muy tedioso, por lo que no debían confiarse mucho y aprovechar cada momento y cada idea.

Georg y Gustav habían leído la letra de la supuesta canción compuesta por Sophia, quedando anonadados. Asintieron con sonrisas y levantaron el pulgar, haciendo que Sophia sonriese también.

- Tiene potencial -exclama Georg- Sabía que no iba a decepcionarme.

- Creo que hemos encontrado tu lugar en el equipo -habla Gustav, abrazando por el hombro a la rubia- ¿Te subirías con nosotros al escenario?

- ¿Y que me tiren cosas? Sabes que vuestras fans me odian -carcajea Sophia, ya acostumbrada a la realidad de salir con el mismo Tom Kaulitz.

- No todas -interviene Bill, sonriendo falsamente- Aunque muchas, sí. De todas formas, prefiero que seas nuestra compositora.

- He "compuesto" -remarca, haciendo comillas con los dedos- Una sola canción, y aún no sabéis como va a sonar.

- Va a sonar increíble, no te preocupes -habla Tom, dejando un suave beso en su sien.

Los chicos se pusieron finalmente manos a la obra, mientras que Sophia mataba el tiempo echada en el sofá, echando un vistazo a sus redes sociales. Muchos comentarios seguían siendo negativos, por supuesto, pero era cierto que, contra todo pronóstico, estaban empezando a surgir comentarios buenos. La llamaban guapa, con estilo, mientras que otros la llamaban gorda, don nadie y demás cosas. Desde luego, todo tiene una parte tóxica y no tenia más remedio que aceptarlo.