FATE || Tom Kaulitz

2 años más tarde.

"Sophia Kaulitz, the woman who became one of the most famous songwriters in a year"

(Sophia Kaulitz, la mujer que se convirtió en una de las compositoras más famosas en solo un año)

"Tokio Hotel hits top three right away with their newest album and some hot lyrics you can't miss"

(Tokio Hotel llega al puesto tres enseguida con su nuevo álbum y letras increíbles que no te puedes perder)

"Hottest couple in Germany seen in Granada, Spain, skiing and having a good time with their families"

(La pareja más importante en Alemania vistos en Granada, España, esquiando y pasándolo bien con sus familias)

La pareja, junto con el grupo, no dejaba de hacer titulares y creando éxito tras éxito. Una nueva gira estaba por venir, justo a la vuelta de la esquina, y para celebrarlo, los hermanos Kaulitz y la familia García visitaban Granada, una de las ciudades mas espectaculares de Andalucía, zona natal de la rubia.

- Este lugar es increíble -hablaba Bill, echando un vistazo a todo lo que podía verse desde aquella terraza, donde comían.

- Nunca me canso de esta ciudad, ojalá poder venir más -comentaba esta, cogiendo una copa de vino y bebiendo un poco- Aunque, echo de menos Berlín.

- Berlín también es increíble -habla ahora Tom, quien estaba sentado frente a Sophia- Hubiera estado bien vivir allí, pero creo que eso era imposible.

- Aun me siguen llegando cartas de vuestros seguidores -carcajeaba la madre, haciendo que los chicos rían también- Berlín hubiera sido un caos.

Sophia frunció el ceño, sintiendo como nacía en ella la necesidad de vomitar, por lo que se retiró de la mesa y se dirigió rápidamente al baño. Su madre, quien estaba confusa, se levanta y va tras ella.

La rubia, quien había llegado al baño a tiempo, se retira el pelo y se lo coge en una coleta con la mano, agachándose y vomitando. Su madre entra de inmediato, agachándose a su lado y acariciando su espalda con suavidad.

- ¿Crees que te ha podido sentar mal algo? -pregunta esta, a lo que Sophia niega con la cabeza, aún frente al inodoro- ¿El vino, quizá?

- No lo sé -suspira, limpiándose los labios con algo de papel higiénico, quedándose sentada junto a su madre e intentando recuperar la respiración- Igual he comido demasiado rápido.

- Siempre digo que tienes que comer más lento, no es bueno para la digestión -le advertía, por lo que Sophia sonreía y se encogía de hombros- Échate algo de agua fría en la nuca, si necesitas algo, estaré en la mesa.

Sophia asiente, levantándose y apoyándose en el pequeño lavabo. Su madre sale, encontrándose con los hermanos de frente, quienes lucían bastante preocupados.

- ¿Está bien? -pregunta Tom, alarmado y con intención de entrar al baño, pero la madre trata de frenarle.

- Solo ha comido algo rápido, no es nada -le susurra, para calmarle- Vamos a la mesa, no queremos agobiarle.

A regañadientes, los tres avanzan hacia la mesa, volviendo a sentarse en sus asientos originales. Minutos más tarde, Sophia volvía con una sonrisa tímida y algo sonrojada.

- Lo siento -susurra, avergonzada- Algo me habrá sentado mal.

- ¿Seguro que estás bien? -pregunta Tom, a lo que esta asiente con una sonrisa sincera- Qué bien van a saber tus besos ahora.