19

7K 393 81
                                    

Tom llevaba rato buscándola, yendo de norte a sur y de este a oeste, sin rastro de Sophia. Cada vez se hacía más tarde y le preocupaba más. Iba sola y ebria, cualquier cosa podía pasar, todo estaba en su contra.

Pensó en llegar a su casa, igual la rubia había ido de vuelta con sus padres como último recurso, pero en un último momento decidió buscar en el sitio de ambos.

Aquella plaza.

A pesar de estar aturdido, cansado y sin aire, corrió hasta el lugar que quedaba a cierta distancia de donde se encontraba. La plaza era amplia, pero no había nadie, estaba vacía, solo había dos personas allí, una chica y un chico.

Decidió acercarse a preguntar en caso de que la hubieran visto, aunque fuese improbable, Berlín siendo una ciudad grande y llena de gente, preguntarle a alguien si había visto a una persona en concreto, era como buscar una aguja en un pajar.

Según se acercaba, más se fruncía su ceño, dado que empezó a distinguir a las dos figuras frente a él.

Un chico alto, corpulento y una chica de menos estatura, pelo regido en una cola y de color claro.

¿Sophia?

Sospechaba, pero no estaba seguro. Se acercaba lentamente, haciéndose cada vez más claro de quien se trataba.

Era Gunter, y ella era Sophia.

Tenía sus manos una en cada brazo de la chica, apretando el agarre, claramente visible desde cierta distancia. Esta tenia una expresión seria mientras distinguía lágrimas caer por sus mejillas.

Corrió hacia ellos, dispuesto a apartar cuanto antes a la chica de este, quien tenia su cara hundido en el cuello de la rubia. La escena le disgustaba, sentía repugnancia por el chico.

- ¡Sophia! -grita Tom, llamando la atención de ambos.

Sophia clava sus ojos en el de rastas, quien se lleva una mirada inundada en decepción. No le miraba con amor y alivio, sino con decepción y pena.

- -gruñe Gunter, soltando a Sophia del agarre, dejándola caer al suelo- Vete de aquí, no es asunto tuyo.

- Te dije que te alejases de ella -gruñe Tom de vuelta antes de estrellar su puño derecho contra la cara de este, quien se tambalea ligeramente.

- No -espeta Sophia en un susurro, intentando recuperarse de la caída, aún en el suelo- No.

Tom no podía escucharla, toda su atención estaba centrada en aquel chico y lo que estuvo a punto de hacer en su ausencia. Antes de que pudiera devolver el golpe, Tom le proporcionó otro, dejándolo caer al suelo definitivamente.

Se sube encima y estrella de nuevo su puño en su cara, empezando a levantar sangre. Le dolían las maños debido a los golpes, pero no pensaba parar hasta que este no pudiese levantarse. Podía matarlo.

- Tom -ruega Sophia, llorando a su lado- Para.

Su voz sonaba en su cabeza como un eco, pero la ignoraba. Golpe tras golpe, Gunter dejó de luchar contra él y quedó en el suelo, con la nariz ensangrentada y el labio visiblemente partido.

Tom respiraba agitadamente, a pesar de la diferencia en tamaño, pudo con él gracias a toda la rabia que había acumulado en tan solo unos segundos. Se gira a ver a Sophia, quien yacía en el suelo, sentada y con un llanto desgarrador.

Se trata de acercar a ella, pero esta se echa hacia atrás.

- No me toques -lloriquea- Déjame.

No soportaba su rechazo, necesitaba abrazarla y explicarle todo lo que había pasado. No podía perderla.

- Sophia, deja que explique -rogaba Tom, de nuevo intentando acercarse a ella.

- No hay nada que explicar -exclama la rubia, poniéndose de pie aun aturdida- Déjame en paz, me voy a casa, Tom.

- Fue un accidente -Tom empezaba a querer llorar y su voz sonaba rota.

Esta no dice nada, solo comienza a andar en dirección a la que parecía ser su casa, ya que quedaba cerca.

Tom se pone en su camino y sin previo aviso, la besa. Al principio esta le responde, pero en un impulso, se aparta y se aleja de él.

- No -espeta, reanudando su marcha.

Tom se había quedado atrás, viendo como caminaba lejos de él.

- Por favor, Soph -grita Tom desde la distancia.

Sophia quería darse la vuelta e ir a sus brazos, a fin de cuentas, le había salvado.

De nuevo.

No podía. Tom había traicionado su confianza y se sentía tan dolida que eso pudo con todo lo que sentía por él.

Este decide no rendirse y corre a su lado, no dejándola marchar.

- Por favor, para a escuchar -ruega Tom.

Esta se para en seco y le mira. Son unos segundos los que transcurren hasta que por fin, articula palabra.

- No puedo creer que me hayas hecho esto -solloza Sophia, mirándole directamente a los ojos- No sabes lo que has hecho.

Sí que lo sabía. Sabía que posiblemente, había perdido a la única persona que le había enseñado a sentir como se sentía junto a ella.

Estaban cerca de un bar, que tenía la música bastante alta, a no ser tan tarde, quizá serían las 12 de la noche.

"What is love" de Haddaway sonaba por toda la zona. Bastante casualidad que sonase.

"I give you my love and you don't care"

Sophia se sentía de aquella manera. Le entregó su amor a Tom y este decidió pisarlo y acabar con lo que había podido construir. Aviones de papel que cayeron en agua y se deshicieron.

Tom vio como esa entraba a su casa, junto a sus padres, quienes seguían despiertos por la luz que salía de la ventana. Unió sus labios en una delgada línea y dio media vuelta, yendo a su casa, derrotado.

Algo tenía que hacer, no podía darla por perdida. No quería darla por perdida.

El camino de vuelta a su casa se hizo más largo de lo que normalmente era. En la puerta, Bill le esperaba. En cuanto sus miradas se encontraron, Tom comenzó a llorar desconsoladamente y Bill corrió a abrazarle. Estuvieron así durante un rato, hasta que al de rastas no le quedaban más lágrimas que llorar.

- Lo arreglaremos -susurra Bill- No te preocupes. Entrará en razón.

- ¿Y si no lo hace, Bill? -solloza Tom, limpiando sus lágrimas- No quiero que sufra.

Incluso en esta situación, cuando los dos estaban sufriendo, se preocupaba más por cómo se podía estar sintiendo ella, y con razón, pero no tuvo en cuenta cómo estaba él mismo.

Ella era todo su mundo.

Esa noche terminó de descubrir todos los sentimientos que tenía por aquella chica que conoció por el destino. Le hizo abrir los ojos.

Tenía que salvarles.

Empezando por conseguir que hablase con él.


















Capítulo corto! pero empezaré con otro right away! un besote 💋

FATE || Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora