FATE || Tom Kaulitz

22

Los dos meses de "vacaciones" habían acabado, oficialmente. Esto no fue pesado para el grupo, ya que habían acumulado entusiasmo por volver al estudio y seguir haciendo lo que más les gustaba; crear música. Tanto Tom, como Bill, ambos habían estado escribiendo aquí y allí algunas letras para posibles canciones, mientras que Gustav y Georg, ponían la melodía. Era un grupo que trabajaba de forma muy eficiente, complementándose, creando algo grandioso.

Sophia, sin embargo, solo podía admirarles, ya que iba a incorporarse como asistente, al mismo tiempo que echaba un vistazo a producción, lo que realmente le interesaba. No quería sentir que no tenía lugar, o que se estaba aprovechando de la bondad de los hermanos, así que aceptó ser su asistente. No podía ser tan malo, ¿no? Realmente, no tenía mucho conocimiento acerca del trabajo, pero por suerte, los chicos le habían proporcionado una guía. Bill y Tom estaban muy felices con que la chica estuviese en el mismo barco, acompañándoles y viendo el proceso de creación desde cerca, como cuando tenían 17 años y tocaban por diversión.

Estaban en el estudio, aprovechando la pausa para comer. Bill, Tom y Sophia estaban en el gran sofá, mientras que Georg y Gustav estaban sentados justo enfrente, pegando caladas a sus cigarros. Mientras comían, dejaban volar ideas que habían ido surgiendo. Esto a la rubia le parecía fascinante, a la par que complejo, ella no podría escribir una canción por mucha inspiración que tuviese, lo veía como un don. Les miraba con sonrisas, disfrutando del talento que había reunido en aquella habitación.

- Podríamos poner; "Here on earth, noise. To the world, noise. For all the things you believe in, noise. Let them hear you, noise. Let them feel you, noise. Make them know that you care, make noise" -comenta Tom, dejando caer que el nombre de la canción fuese "Noise"

- Tiene fuerza -concuerda Bill- Y un aire motivador, esto no se canta, se grita.

- Exacto -habla Georg, sonriendo- Creo que sería una de las favoritas. He pensado que podríamos poner un poco de sonido de piano, quedaría bien.

- Georg tiene razón -finaliza Gustav- ¿Tú qué piensas? -pregunta este, mirando a la rubia.

- No entiendo nada, pero lleváis razón -comenta Sophia, haciendo reír al resto- En serio, nunca he sabido cómo podéis hacer todo esto y convertirlo en una canción.

- El proceso es muy difícil, porque no siempre cuadra la idea con la realidad, y tienes que modificar cosas constantemente, siendo fiel al sonido que quieres plasmar -explica Tom.

Pocas veces había visto al de rastas hablar tan en serio de su trabajo, y le sorprendió, gratamente. Lo cierto es que, sentía su pasión por lo que hacían y estaba segura de que los fans lo sentían de la misma manera. La música transmite todo lo que tú quieras plasmar con ella. Es expresión.

- Suena muy.. lioso -carcajea esta.

De repente, Sarah, la instructora de Sophia, entra en la habitación, requiriendo su presencia. Esta se levanta y sale junto a Sarah, quien la guía por los largos pasillos.

Como asistente, debía tener todo en orden siempre, para que los chicos pudieran centrarse lo máximo posible en una de las cosas principales: tocar. A la hora de preparar un concierto, debía tener el vestuario, instrumentos y demás cosas preparadas, para que no hubiese retrasos o problemas. A la hora de la verdad podría a llegar a ser muy estresante, pero si eso significaba estar cerca de los chicos, bring it on.

- Ha llamado el representante -habla Sarah- En tres días tienen una entrevista para una cadena televisiva. Hay que ir preparando qué se van a poner y de qué pueden hablar, hay temas que están fuera de la mesa.