- ¡Estás preciosa! -exclamaba su madre, abrazándola poco después de entrar esta por la puerta.
- Ha sido solo una semana -ríe Sophia- ¿Qué harás cuando me vaya 2 meses?
- No lo sé -suspira esta- Se me hace difícil no tenerte por aquí.
- Lo sé -sonríe Sophia- Voy a dejar la maleta en mi habitación -la madre sonríe, dejándola pasar y yéndose a la cocina, a por algo de desayunar.
Eran exactamente las 10 y media de la mañana, y esta acababa de llegar de su vuelo desde Nueva York, completamente cansada y destrozada por la posición en la que tuvo que ir. Dormir no era una opción, puesto que así, no dormiría después por la noche, creando un mal hábito.
Se sienta en su cama, suspirando y mirando a su alrededor. Sentía que no había estado allí en años, cuando en realidad ha sido una semana. Al mismo tiempo, 7 días pasaron a una velocidad extrema, dando la sensación de que habían sido apenas 3. Existe un dicho que dice; "el tiempo vuela cuando te lo estás pasando bien" y no podía ser más cierto.
Echaba de menos a los chicos, pero especialmente a Tom. Su madre, a pesar de tener algo de miedo, apoya que ambos hayan vuelto a estar juntos, pero espera que se cuiden, ya que ahora eran más mayores y por tanto, más maduros.
Abre la maleta frente a ella y saca una de las camisetas que sacó del armario de Tom. Le había vuelto a robar una camiseta, pero no se arrepentía. La coge y la lleva a su nariz, dejando que la esencia del de rastas inunde su ser, haciéndola sentir en casa. Estaba en su casa, pero Tom era, su casa.
- Tengo que comprar algunas cosas, ¿me acompañas? -pregunta su madre, asomando por la puerta.
- Claro -exclama esta, dejando la camiseta sobre la cama y caminando junto a su madre hasta la calle.
La gente se giraba a mirarla, incluso comentaba abiertamente sobre ella, a sabiendas de que estaba escuchando. La madre se giró a mirar a su hija, con una mueca de preocupación.
- Mamá, está bien -le tranquiliza, sin necesidad de que esta dijese nada, ya sabía lo que le perturbaba- Son solo miradas.
Y ojalá fuesen solo miradas, a veces eran risas, muecas de disgusto o comentarios por lo bajo, que se oían perfectamente. Todavía se estaba acostumbrando, ya que ser el centro de atención, no había sido su punto fuerte nunca. Sophia siempre había sido la chica tímida, la más callada y reservada, pero con los años fue consiguiendo cambiar un poco su rol.
A medida que avanzaba el tiempo y pasaba el día, más empezó a plantear la idea de abandonar Berlín. Había sido siempre su ciudad, a pesar de haber nacido en España. Poco le ataba, puesto que la universidad no estaba siendo lo que ella pensaba, quedando muy lejos de algo que la motivase. Solo le quedaba su madre, pero, no podía vivir junto a ella para siempre y, estar fuera durante una semana le hizo reflexionar mucho acerca de su futuro.
La noche se acercaba y ambas estaban en casa, disfrutando de un par de horas libres antes de cenar, momento que esta aprovechó para sacar el tema.
- He pensado en independizarme -soltó Sophia de repente, llamando por completo la atención de su madre- No quiero seguir en la universidad, no es lo mío.
- Sophia, ¿a qué viene esto? -preguntaba Teresa, girándose para mirarla a los ojos- ¿Realmente quieres eso?
- Sí -suspira- Sé que te rompe el corazón pero, estar fuera me ha hecho pensar y reflexionar -confiesa, con una pequeña sonrisa- Quiero salir de Alemania, experimentar.
![](https://img.wattpad.com/cover/341011372-288-k645585.jpg)
ESTÁS LEYENDO
FATE || Tom Kaulitz
Любовные романыLo que une el destino es tan fuerte que, tomes el camino que tomes y vivas lo que vivas, siempre te encontrarás con él de nuevo.